Tal y como sucedió en el municipio de Guayama, el esquema corrupto de un alcalde contaba con la participación de su director de Obras Públicas.

Pedro Noel Marrero Miranda, un veterano del área de Obras Públicas en municipios del Partido Nuevo Progresista (PNP), y quien incluso intentó ser candidato a representante por esa colectividad, se declaró culpable hoy por un esquema de sobornos con la empresa J.R. Asphalt, Inc., cuando se desempeñaba como director de Obras Públicas del municipio de Cataño.

Con el caso de Marrero Miranda, ya son dos los municipios, Guayama y Cataño, en los que el esquema de corrupción con obras de repavimentación incluían tanto al alcalde como al jefe de Obras Públicas.

Similar a Ramón Conde Meléndez, exdirector de Obras Públicas de Guayama, Marrero Miranda cobraba a la empresa el equivalente a $1 por cada metro cuadrado de asfalto que removieran, así como por darles contratos y por certificarle facturas.

Los hechos discutidos esta mañana durante una vista ante el juez presidente del Tribunal de los Estados Unidos para el Distrito de Puerto Rico, Raúl Arias Marxuach, no dejan claro cuál fue la cuantía del soborno que el hombre de 54 años recibió. La querella que se le presentó a Marrero Miranda dice que recibió $95,000 en sobornos, pero el acuerdo de culpabilidad limita la cantidad a unos $40,000. Los eventos ocurrieron entre 2019 y 2021 y el convicto enfrenta hasta cinco años de cárcel cuando al juez le toque dictar sentencia este próximo 7 de septiembre. Como parte del acuerdo con fiscalía, la recomendación de sentencia son 30 meses de cárcel.

Marrero Miranda no es extraño a este tipo de esquema. El hombre fue jefe de Obras Públicas en el municipio de Toa Alta cuando su exalcalde, Ángel «Buzo» Rodríguez Cabrera, ejecutó un esquema de corrupción en el recogido de los escombros resultantes del paso del huracán Georges en 1998. En el juicio contra Rodríguez Cabrera, Marrero Miranda compareció como testigo y, aunque no fue acusado junto al exacalde, surgió allí que también recibía dinero en efectivo para ejecutar el esquema del exalcalde. Intentó ser candidato a alcalde de Toa Alta, pero fue derrotado.

Luego del juicio de Rodríguez Cabrera, Marrero Miranda fue arrestado y enfrentó acusación por conspiración para cometer fraude con facturas fraudulentas en las rutas de distribución de agua potable que se establecieron tras el paso del huracán. En ese caso, el fenecido juez Juan Pérez Giménez desestimó los cargos antes de que el jurado pudiera emitir su veredicto. Por los mismos hechos enfrentó una demanda civil de recobro de dinero por parte de la fiscalía federal la cual terminó con una transacción extrajudicial.

Todo esto era de conocimiento público, y materia de récords judiciales, desde hace 20 años, mucho antes de que el convicto exalcalde de Cataño, Félix «El Cano» Delgado Montalvo, reclutara a Marrero Miranda para hacer las mismas funciones que hizo con Rodríguez Cabrera en Toa Alta.

Para ver el documento de aceptación de culpa de Marrero Miranda, pulse aquí.

Vea:

El asfalto produce otro culpable federal en Guayama