Es muy común dar por sentado que la presencia de distintos grupos religiosos en la Isla ha rendido frutos positivos. Pero pocas veces se expone con rigor cómo la presencia de esos grupos, cuando se cruzan con el desarrollo de políticas públicas y gubernamentales, afecta a sectores de la población en la medida en que consideraciones de fe se ponen por encima de consideraciones científicas, médicas, o pragmáticas.

Sin intenciones de fomentar una cultura anti religiosa, un grupo de cuatro sicólogos y el presidente de la Comisión de Derechos Civiles del Colegio de Abogados, Osvaldo Burgos, presentaron un libro con investigaciones sobre los efectos sociales negativos de la religión, cuando se cruza de ser una fuente de apoyo al establecimiento de reglas o políticas públicas.

El objetivo de ‘La religión como problema en Puerto Rico’, según explicó el catedrático de la Escuela Graduada de Trabajo Social de la Universidad de Puerto Rico Nelson Varas Díaz, ‘es poner en contrapeso la literatura que es bien extensa sobre los efectos positivos de la religión’. Esto, para que los lectores examinen de forma crítica las implicaciones de las organizaciones religiosas en asuntos particulares del diario.

‘Puerto Rico enfrenta el gran reto de hacerse una mirada en su espejo cultural para entender cómo los asuntos que parecen ser exclusivamente positivos, también poseen consecuencias negativas para nuestra colectividad’, argumentó.

En cuanto el impacto adverso de la religión en la salud, Varas Díaz denunció que cuando los fundamentalistas intervienen en las políticas públicas de salud se deja a un lado el conocimiento científico.

‘La política pública sobre el asunto de la drogadicción es un ejemplo de una política que ignora la evidencia científica. Nuestra evidencia científica dice que una persona con adicción a drogas tiene que tener un tratamiento médico. Sin embargo, el debate sobre la medicalización de la droga ha sido muy arduo, y todavía es la hora que no es un bien accesible. Uno de los grupos que más se ha opuesto es la derecha religiosa’, sostuvo.

Mientras que, en otro de los capítulos, se cuestiona la intervención de la fe en la regulación de la sexualidad y el género.

Portada de ‘La religión como problema en Puerto Rico’.

‘La religión organizada ha sido muy dura con las mujeres. Algunas más duras que otras pero particularmente dentro del cristianismo y el catolicismo ha sido una entidad muy influyente en las mujeres en la vida cotidiana desde sus roles sociales, asuntos de planificación familiar hasta su propia participación dentro de la Iglesia, muy restrictivo’, esbozó. www.religioncomoproblema.info.

El libro aborda las implicaciones que tiene la desaparición de la separación de Iglesia y Estado.

‘La separación de Iglesia y Estado es un derecho constitucional que tiene cada ciudadano, sin embargo, cada vez más, en Puerto Rico tú notas que los grupos religiosos tienen influencia sobre las decisiones políticas. Eso se vió en el gobierno de Aníbal (Acevedo Vilá) y se ve ahora en el gobierno de Luis Fortuño con las campaña de Tus Valores Cuentan y los cinco minutos de oración que se aprobaron en las escuelas’, dijo.

Además de Burgos y Veras, Sheila Rodríguez, Domingo Marquéz y Alfonso Martínez trabajaron en el proyecto que tomó dos años y que estará disponible en las librerías a partir de la semana que viene.

Cabe destacar que todo los cinco investigadores donarán todas las regalías de las ventas como becas para los estudiantes de la Escuela Graduada que interesen abundar la investigación en el tema.

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