El mariscal de campo Russell Wilson dio toda una lección al estelar Drew Brees y los Seahawks de Seattle vencieron por paliza de 34-7 a los Saints de Nueva Orleans en el tradicional partido de los lunes por la noche con el que se cerró la decimotercera semana de la Liga Nacional de Fútbol Americano (NFL).

La victoria dejó a los Seahawks con marca de 11-1, la mejor de la NFL, y ya clasificados para la fase final, primer equipo que lo consigue como líder de la División Oeste de la Conferencia Nacional (NFC).

Además de la clasificación también están dos juegos por encima del mejor equipo que le sigue en la NFC de cara a conseguir la ventaja de campo cuando llegue la fase final.

Los Saints y los Panthers de Carolina, con marca de 9-3, son los rivales directos que todavía tienen los Seahawks.

Wilson completó 22 de 30 pases para 310 yardas, hizo tres envíos de anotación, no le interceptaron ningún balón, fue derribado una vez y dejó en 139,6 su índice pasador.

El mariscal de campo de los Seahawks estuvo dominante y la segunda línea de protección fue defensiva, lo que le permitió lanzar pases de anotación de dos yardas al tight end Zach Miller y de cuatro al receptor abierto Doug Baldwin en la primera parte cuando el equipo de Seattle montó un parcial de 27-7 que sería decisivo.

Wilson completó su tercer pase de anotación en el tercer cuarto al realizar un envío de ocho yardas al corredor Derrick Coleman.

Brees, al igual que los Saints, protagonizó su peor partido en lo que va de temporada al completar 23 de 38 pases para 147 yardas, hizo sólo un envío de anotación, no le interceptaron ningún balón y dejó en 77,4 su índice pasador.

Los siete puntos conseguidos por los Saints es la anotación más baja en la historia del equipo desde que se hizo cargó de la dirección técnica el entrenador en jefe Sean Payton.