Los ojos de Doña Rosario se aguaban de angustia con sólo pensar que tendría que mudarse del hogar Viña del Señor en Trujillo Alto porque en dos años el Departmento de la Familia (DF) no ha expedido una licencia para que el centro opere.

Ayer los tutores de los 16 envejecientes, algunos encamados, pacientes de demencia o de alzheimer, alzaban sus voces junto a Iris Rivera, dueña del hogar, y los empleados del mismo, buscando alternativas al mandato judicial del Tribunal para que los envejencientes sean removidos a otro asilo por falta de una licencia del DF. Los presentes también dijeron sospechar que la agencia lo hace adrede con el propósito de envíar a los ancianos a los ‘mega hogares’ de los que algunos es dueño el pastor Aníbal Heredia Burgos, el exasesor de asuntos religiosos de La Fortaleza que mantiene contratos con fondos públicos para precisamente desarrollar una red en todas las regiones del DF. Los familiares comentaron que últimamente el DF ha cerrado decenas de hogares.

El lugar huele a limpio y parece una casita de muñecas; colores pasteles pintan las paredes y las cortinas de los cuartos. Colgados en la entrada están los permisos de ARPE, Bomberos, Salud Ambiental y la Comisión de Servicio Público.

Con documentos en mano, Rivera evidenció que desde el mes de julio de 2010 le solicita un licencia al DF y aún a pesar de las múltiples visitas de empleados de la agencia al hogar, la licencia ha sido denegada ante alegatos de que no tienen enfermera y cocinera.

Iris Rivera. (Roso Sabalones/NotiCel)

‘Siempre ha habido una enfermera y una cocinera’, argumentaba Rivera señalándolas, ‘esto es un patrón de conducta en el Departamento de la Familia de cerrar hogares. Les envían una lista a los familiares con los hogares a los que ellos quieren que envíen a sus envejecientes. El otro día me enteré enviaron a unos envejecientes a un hogar que tiene siete querellas por maltrato. Este no tiene ni una querella, nunca ‘.

La mujer aseguró que sin motivos la denegaron la licencia provisional, sin embargo, tampoco le dijeron que no podía tener envejecientes allí.

Rivera también denunció que empleados de la agencia una vez le pidieron dinero debajo de la mesa para enviarle ‘clientes’.

Edna Rivera, mudó a su progenitor al Hogar Viña del Señor, luego de que en el que estaba su padre contrajera sarna y sufriera una caída por la cual le tuvieron que coger 38 puntos en la cabeza.

‘Visité más de veinticinco lugares y jamás encontré la limpieza , el trato, el calor humano y el amor que hay aquí’.

Desde la terraza Doña Carmen Díaz, residente del lugar, observaba la reunión en la que también participaba su nuera.

José y su tía, Rosario Hernández. (Roso Sabalones/NotiCel)

Su voz de abuelita dulce, no le tembló al decir: ‘La atención aquí es algo especial. La comida especial! Una de las cocineras es cubana y otra es dominicana y cocinan riquísimo. A mi no me sacan de aquí.’

Una vez por semana un médico atiende los pacientes que también reciben terapia física, ocupacional y los servicios de una trabajadora social y un líder recreativo.

El licenciado encargado del caso, Rafael Solá Díaz, explicó que a pesar de que el hogar no cuenta con una licencia, la bitácora de visitas del DF demuestra que el hogar funcionaba con anuencia, o aprobación, de la agencia. Solá Díaz señaló que en la vista del ‘injunction’ no hubo espacio para discutir los méritos del caso, que según mencionó es ‘inverosimil’.

‘Los que sufren son a los que la ley está diseñada para defender. Esto es una cuestión de vida o muerte porque, por expriencia propia que cuido a mi padre, un paciente de alzheimer puede morir por la desorientación que le causa cambiar de ambiente… Cómo vas a quitarle calidad de vida para darle una alternativa que es inferior a la que tienen?’, argumentó el licenciado.

Rafael Solá Díaz también comentó que el día de la vista, la empleada del Departamento de Familia, Rosario Pedraza, presentó los documentos de las gestiones realizadas por Rivera ‘con tachones de ‘liquid’ paper en las fechas’.

Elsa Díaz, trabajadora social y dueña de lo que fuera el hogar La Villa de Siloh, también cerrado por falta de permisos del DF, recordó que comenzó a tramitar los permisos del DF desde el 2009 pero ‘los papeles se perdían y siempre había que estar renovando los documentos’. Díaz señaló que luego la citaron para un cierre por una queja que ‘había habido hace diecinueve meses’.

NotiCel llamó un sin número de ocasiones al Departamento de la Familia, pero ni una vez contestaron el teléfono.