La decisión final de un comite de academicos sobre a que editorial se le debería hacer la millonaria compra de libros de Español para el Departamento de Educación (DE), fue revocada y cambiada por la decisión a la que llegó un grupo de niños que el DE organizó despues de que el comite de academicos hizo su decisión.

Esta es una de varias denuncias que hace una miembro del primer comite evaluador en una comunicación interna a la que tuvo acceso este diario digital.

La misiva con fecha del 27 de julio de 2012 fue enviada por la maestra de la Escuela Josefina del Río Guerrero, Ana Marchena, quien se dirigió a la directora de Área de Español del DE, Nannette Portalatín, para cuestionar por qué la agencia violó sus propias directrices y decidió crear un grupo focal de estudiantes evaluadores, a pesar de que el comité al cual Marchena pertenecía ya había tomado una decisión final en su reunión final celebrada el 10 de abril de este año.

Marchena plantea que el comité evaluador siempre siguió las directrices que el DE establece para la evaluación de nuevas series de libros. A tono con estas instrucciones, dice la maestra de Español que el comité evaluador favoreció a la empresa nativa Plaza Mayor.

El documento en cuestión se trata de las 'Directrices a seguir para la solicitud de autorización de compra o reposición de libros y otros materiales didácticos' que se establecieron en septiembre 2009 bajo el ex Subsecretario para Asuntos Académicos del DE, Juan Rodríguez.

Dichas directrices establecen en su inciso #8 que el comité entregará los resultados de las evaluaciones de cada casa editora participante. Esa información se le hará llegar al director de área académica del DE y se procederá a sumar 'la puntuación otorgada por parte de cada miembro del Comité Evaluador para cada material evaluado'.

El documento añade en su inciso #9 que los 'miembros del Comité deben estar enterados del resultado final del proceso de evaluación, en orden de puntuación de mayor o menor'.

La posible violación a esos incisos forma parte de las alegaciones realizadas por Marchena en su carta. La maestra cuestiona por qué no se respetó la política pública del DE que establece que la puntuación otorgada por el comité será sumada y considerada por el director de área, en este caso la Dra. Portalatín.

'Quiero regresar al punto 9 de las Directrices. Sin lugar a dudas, el DE ha incumplido totalmente. Nos han informado y tememos que se altere la verdad, a espaldas de quienes tan generosa y desinteresadamente dieron lo mejor de sí, pensando que, al hacerlo, contribuían con la educación en un proceso transparente y puro', argumenta Marchena en la carta dirigida a la Dra. Portalatín.

Más aún, Marchena pide respuestas en torno a la creación de un comité focal que no está contemplado en las directrices y estuvo compuesto por estudiantes inexpertos que evaluaron las series de libros para alegadamente revertir la decisión tomada en abril por el comité de padres, maestros y facilitadores académicos.

'Este comité cuestiona todo lo relacionado con este grupo focal por las siguientes razones: fuera de que no poseen los criterios para evaluar un libro de texto escolar, para un niño, jamás es lo mismo ver libros terminados que maquetas en proceso; qué estudiantes participaron, de qué escuela, la rúbrica que utilizaron, las evaluaciones que entregaron, las hojas de consentimiento y confidencialidad que firmaron, quién los supervisó y por qué no se le ha informado al comité nada de nada? Por qué un grupo focal si no hubo empate entre Plaza Mayor y Santillana? Simplemente hubo un primer lugar y un segundo lugar', añade Marchena sobre el grupo focal del cual el DE aún no han provisto evidencia al día de hoy.

Según Marchena, el DE también pudo haber incurrido en una violación a la ética y confidencialidad del proceso de evaluación, cuando durante el mes de julio le entregaba a los maestros y maestras 'mapas curriculares' con alineados a la serie de Santillana, aún cuando esta casa editora no fue la favorecida por el mencionado comité evaluador.

Curiosamente, esta controversia transcurría en el mes de julio, semanas antes de que NotiCel entrara en la investigación y el DE le indicara en repetidas ocasiones a este medio digital que aún no se había seleccionado una serie de libros ganadora.

El misterio se complicó aún más, cuando el 27 de agosto, la Subsecretaria para Asuntos Académicos del DE, Grisel Muñoz, le indicó a Plaza Mayor que había llegado cuarta entre cinco participantes que fueron evaluados por el comité. El anuncio de Muñoz es sin duda contrario a lo decidido en abril por el comité de padres y maestros que favorecieron a Plaza Mayor al otorgarle el primer lugar.

La carta por Marchena a Portalatín fue destinada con copia a Muñoz, de quien ha trascendido que desea regresar a su plaza de profesora en la Universidad de Puerto Rico, Recinto de Cayey.

También fueron copiados Rey Lam Guerra y Patricia Lorenzi, quienes, en medio de los manejos turbios para la selección de libros, renunciaron a las posiciones de Subsecretario de Administración y Directora de División Legal respectivamente. El secretario de Educación, Edward Moreno, y la asesora de Educación de La Fortaleza, María Jaunarena, también recibieron copia de la misiva. Pero hasta hoy no ha sido aparente qué medidas tomaron, si alguna, estas autoridades.

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