Buen augurio para Carlos Correa y Javier Báez rumbo a la agencia libre
En un año clave en sus carreras, los estelares jugadores fueron de lo más destacado entre los boricuas en la temporada 2021 de las Grandes Ligas.
Carlos Correa y Javier Báez tuvieron una temporada 2021 en la que aumentaron su valor de cara a la agencia libre.
Los estelares jugadores boricuas serán agentes libres por primera vez en su carrera al culminar la Serie Mundial. Y por su actuación en la temporada regular que concluyó el domingo, su mercado será uno muy favorable.
Correa y Báez serán parte de un grupo de torpederos de alto nivel que estarán disponibles en esta temporada muerta. También serán agentes libres Corey Seager (Dodgers de Los Ángeles), Trevor Story (Rockies de Colorado) y Marcus Semien (Azulejos de Toronto). Semien jugó en la segunda base esta temporada, función que también tuvo Báez cuando fue cambiado a los Mets y jugó junto a su compatriota Francisco Lindor.
A continuación un resumen de la actuación de los principales jugadores boricuas en la temporada 2021 comenzando con Correa y Báez.
Carlos Correa (Astros de Houston)
El santaisabelino tuvo salud durante la mayor parte de esta campaña y cuando está saludable, ya ha demostrado lo que es capaz de hacer. Tuvo los totales más altos de su carrera en cuadrangulares (26) y anotadas (104). Desde el 2016 no jugaba tantos partidos, al participar en 148 juegos. Además tuvo los mejores registros en dobles (34) y empujadas (92) en cinco años. Su promedio ofensivo fue de .279 y a la defensa tuvo otra temporada digna de seria consideración para el Guante de Oro. Para aumentar su reputación de ganador, fue una de las piezas clave en otro campeonato divisional de los Astros. Desde su debut en el 2015, Houston ha estado en los playoffs todos los años con excepción de 2016. Irá a la agencia libre a los 27 años y es muy probable que no regrese con los Astros, novena que no ha tenido éxito en sus gestiones de acordar una extensión de contrato. Con otro octubre como nos tiene acostumbrados Correa podría ubicarse entre los mejores pagados en su posición.
Javier Báez (Mets de Nueva York)
En actuación dividida con los Cachorros de Chicago y los Mets de Nueva York, sus números fueron muy buenos. Conectó 31 cuadrangulares, con 87 remolcadas, 80 anotadas y 18 bases robadas. En las últimas semanas de la campaña, superada la controversia del pulgar abajo por los abucheos de la fanaticada, jugó su mejor béisbol. En 47 juegos con los Mets su promedio fue de .299, muy superior al .248 que tuvo en 91 juegos con los Cubs. En la defensa y en las bases siguió con sus actos de magia. Esa combinación de poder, velocidad, agresividad en las bases y defensa tanto en el campocorto como en la intermedia, hacen tolerables sus ponches. Esta temporada se ponchó 184 veces, el total más alto en su carrera. Según ha trascendido, los Mets están interesados en retener al nacido en Bayamón y los Cubs lo quieren de vuelta.
Francisco Lindor (Mets de Nueva York)
Unas horas antes de debutar en uniforme de los Mets, el cagüeño acordó una histórica extensión de contrato por 10 años y $341 millones. Su llegada a Nueva York y la firma de ese contrato crearon enormes expectativas en ‘La Gran Manzana’ que no se cumplieron ni en el aspecto individual ni en el colectivo. Lindor no fue el mismo jugador que saltó al estrellato con los Indios de Cleveland culminando con promedio de .230 (el peor de su carrera) en 125 juegos, su menor cantidad en una temporada completa. Tuvo sus totales más bajos desde el 2016 en una temporada de 162 juegos en cuadrangulares (20), dobles (16), hits (104), anotadas (73) y remolcadas (63). Fue más productivo en las últimas semanas de la campaña, pero ya los Mets estaban eliminados. En el aspecto positivo, llegó a los 1,000 hits en su carrera.
Yadier Molina (Cardenales de San Luis)
A sus 39 años el estelar receptor sigue estableciendo marcas y siendo pieza vital en los Cardenales de San Luis. En 121 juegos conectó 111 hits para llegar a los 2,212 en su carrera, cuarto en la rica historia de la franquicia. Además vio acción en el partido 2,000 detrás del plato, convirtiéndose en el primer jugador de esa posición en participar en esa cantidad de partidos con el mismo equipo. También llegó al partido número 300 con Adam Wainwright como la combinación de receptor y lanzador abridor para la cuarta batería en hacerlo. El récord lo tienen Mickey Lolich y Bill Freehan, quienes formaron la batería de los Tigres de Detroit durante 324 partidos. Esa marca debe ser superada en la temporada próxima ya que ambos regresarán para una temporada adicional. En el caso de Molina, ya dijo que la del 2022 será la última de una carrera con etiqueta de ‘Hall of Famer’. Molina estará en otra participación en los playoffs, la que será la duodécima desde que debutó con San Luis en el 2004.
José Orlando Berríos (Azulejos de Toronto)
El 30 de julio, el lanzador derecho fue cambiado por los Mellizos de Minnesota a los Azulejos de Toronto donde hizo su parte en el empuje final de la novena dirigida por el boricua Charlie Montoyo para llegar a los playoffs en el que se quedaron cortos por un juego. En total inició 32 juegos y tuvo marca de 12-9 con la mejor efectividad de su carrera, 3.52, en 192 entradas. Sumó 204 ponches, también su total más alto. El bayamonés será agente libre al concluir la temporada 2022.
Edwin ‘Sugar’ Diaz (Mets de Nueva York)
El naguabeño tuvo una temporada de más altas que bajas y se pudo mantener como el taponero de los Mets de Nueva York. Salvó 32 partidos y tuvo una efectividad de 3.45 en 62.2 entradas en las que ponchó a 89 bateadores.
Kike Hernández (Medias Rojas de Boston)
Por primera vez tuvo la oportunidad de estar en la alineación a diario y no hizo quedar mal a su compatriota Alex Cora. En su debut con los Medias Rojas de Boston luego de ganar el campeonato con los Dodgers de Los Ángeles en el 2020, el extrovertido pelotero superó las 500 apariciones en el plato por primera vez en su carrera y produjo sus totales más altos en hits con 127, dobles con 35, anotadas con 84 y llegó a a los 20 cuadrangulares y 60 remolcadas, cifras solo superadas en el 2018 (21 bambinazos) y en el 2019 (64 empujadas).
Eddie Rosario (Bravos de Atlanta)
El guayamés fue gran ayuda para que los Bravos de Atlanta se enderezaran en la recta final en ruta a otro campeonato divisional. En una temporada que comenzó lenta con los Indios de Cleveland y estuvo aquejado por lesiones, una vez se recuperó y se incorporó a los Bravos tras ser adquirido el 30 de julio, Rosario fue puro veneno. En 33 partidos pegó siete cuadrangulares y en una impresionante hazaña, bateó para el ciclo en apenas cinco lanzamientos en una tarde dominical en San Francisco el 19 de septiembre. En total terminó la temporada con promedio de .275, 14 jonrones, 62 empujadas y 19 dobles.
Christian Vázquez (Medias Rojas de Boston)
El receptor igualó su mayor total de partidos jugados en una temporada con 138. Tuvo promedio de .258 con 23 dobles. Su porcentaje de fildeo fue de .994.
Martín 'Machete' Maldonado (Astros de Houston)
Un receptor reconocido por sus cualidades defensivas, nuevamente estuvo magistral llevando el cuerpo monticular de los Astros. En 123 juegos detrás del plato, el naguabeño ganador del Guante de Oro en el 2017, fildeó para .993% y sacó al 40% de los corredores que intentaron robarle base. A la ofensiva pegó 12 cuadrangulares.