En el musical ‘Hamilton’, un elenco integrado en su mayoría por artistas latinos y afroamericanos viaja al siglo 18 y, a traves del poderoso sonido del hip-hop, narran la historia de Alexander Hamilton, caribeño, inmigrante, y uno de los fundadores de la nación estadounidense.

Por esa obra, su autor Lin-Manuel Miranda, multifacético artista de ascendencia puertorriqueña, ganó esta semana el prestigioso Premio Pulitzer en la categoría de Drama. Siempre presente en su gestión creativa, la búsqueda de la diversidad cultural – esa necesidad de narrar desde otras voces, a veces silenciadas, a veces minimizadas, pero siempre latentes –, sumado a sus logros, representa en parte un ejemplo y un motor para artistas puertorriqueños.

‘La importancia del Pulitzer de Lin-Manuel Miranda para los boricuas, no estriba solamente en el orgullo, sino en la inspiración que nos puede traer. Ahora mismo, es la cara de la diversidad en el mundo del espectáculo estadounidense. Con logros como este, diversidad deja de sonar a desventaja y como puertorriqueños, nos pone en una posición privilegiada ante el mundo’, dice Félix Monclova.

Para el actor y músico de 29 años, que actualmente integra el elenco de la más reciente obra de Vicente Castro y el del musical ‘Pegados’, dicho reconocimiento que ‘no tiene nada que ver con farándula’ por un lado, otorga ‘profundidad y legitimidad’ a los artistas puertorriqueños, y por otro, brinda mayor visibilidad y pertinencia a la industria teatral.

‘Hay mucho por hacer, mucho que contar y los artistas estamos en un momento histórico, en el cual tenemos la responsabilidad social de ser más honestos que nunca con nuestro entorno’, manifiesta Monclova. ‘Es un honor y un orgullo, pero más importante aún, es esperanza en nosotros. Creo que esa esperanza nos va a servir de motor para seguir creando’, agrega.

‘Hamilton’ cuenta la historia de Alexander Hamilton, hombre nacido en el siglo 18 en la isla de Nevis en el Caribe, criado en Santa Cruz, inmigrante huérfano que se convirtió en uno de los padres fundadores de la nación estadounidense, asesor principal de George Washington y uno de los gestores de la Constitución. El elenco latino y afroamericano que encarna a los padres de la Patria, así como la poderosa integración de la cultura popular al ritmo del hip-hop y el R<><><><><><><><><><><><><><><><><>&B para contar esta historia de época, dotan de genialidad creativa la obra./p

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Para Edgar García, director teatral de musicales hechos en Puerto Rico como ‘The Sound of Music’, ‘Evita’ e ‘Into the Woods’, en una industria de galardones donde las ‘sutilezas culturales’ a menudo pasan desapercibidas, el Pulitzer se torna aun más importante./p

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‘Lin-Manuel representa una afirmación para nuestros artistas, establecidos y emergentes, de que sí se puede alcanzar el éxito dentro las más competitivas plataformas globales sin tener que homogeneizar la identidad’, dice el también director ejecutivo del Teatro de la Universidad de Puerto Rico./p

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Miranda nació en Manhattan, Nueva York, en enero de 1980, pero su ascendencia puertorriqueña se reafirma en su trabajo y en su voz, que a menudo atraviesa la palestra pública para clamar por la liberación del preso político Oscar López Rivera o para exigir al gobierno de Estados Unidos que brinde a la isla antillana las herramientas para reestructurar su deuda y salir del atolladero económico en el que se encuentra, con un horizonte más despejado./p

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‘He escuchado a Lin-Manuel en varias instancias hablar de Puerto Rico y de cómo su relación con la isla formó parte integral de su identidad cultural, y de su arte. Él ama Puerto Rico, le importa y eso se ve en su trabajo también. Este reconocimiento de cierta forma deja ver que vale abrazar la especificidad de la cultura’, comenta Isel Rodríguez, actriz y miembro del colectivo Teatro Breve./p

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‘Muchas veces he escuchado gente decir que las historias deben ser universales y eso podría entenderse como que la especificidad cultural no es parte de la experiencia universal humana. No hay razón para avergonzarse de ser quien uno es. Todo lo contrario, esa honestidad es lo más humano y universal que hay’, añade la también profesora del Departamento de Drama del Recinto de Río Piedras de la UPR./p

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Miranda, con solo 36 años, ya ha experimentado el reconocimiento de sus pares desde múltiples ángulos: en el 2007 ganó el prestigioso Premio Tony en las categorías de Mejor Musical y Mejor Banda Sonora Original por su obra ‘In The Heights’ – que narra un día de la comunidad latina del barrio Washington Heights, sus sueños y desengaños –, sus bandas sonoras para ‘In The Heights’ y ‘Hamilton’ recibieron cada una el galardón a Mejor Álbum de Teatro Musical en los Premios Grammy, y en el 2014, recibió un premio Emmy por una composición musical./p

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Con el Premio Pulitzer, se afianza aun más la extraordinaria carrera del artista, que enfrenta todavía un mundo de posibilidad creativas y a la vez, sirve de ejemplo para artistas puertorriqueños que buscan impulsar su visión artística a nivel mundial./p

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‘Lin-Manuel se nos revela como inspiración y ejemplo a seguir. Sus reconocimientos y logros son un orgullo para todos. Solo con una disciplina férrea mucho trabajo y gran talento se puede alcanzar el virtuosismo que logra con su obra. De seguro muchos tratarán de emularle y, mientras, nosotros seguiremos inspirándonos con su gesta, a seguir luchando por ser cada día mejores artistas y mejores seres humanos’, concluye Jorge Luis Ramos, actor consagrado de las tablas puertorriqueñas./p