Karen se resistía a seguir intentando tener sexo anal con su pareja, hasta que un día, en una conversación entre mujeres, escuchó a una de sus más grandes amigas contarle cuánto disfrutaba de esta práctica.

Le resultó increíble que la manera de pensar de ambas fuera tan diferente respecto a este tema ya que se parecían en muchas otras cosas.

‘Me quedé analizando y concluí que quizás estaba siendo terca y no me estaba permitiendo disfrutar de esa experiencia. Y a mi pareja le encantaba y me lo pedía constantemente. Así que me convencí de intentarlo otra vez’, recuerda.

Esta profesional de 35 años confesó que le resultaba muy incómodo el sexo anal por la fuerte sensación que tenía de evacuar al momento del acto. Sin embargo, su amiga le dio uno de sus trucos.

‘No es empezar desde la nada. Tienes que dejarlo para el cierre, para que logres ese gran final. Ya en ese punto vas a estar tan relajada y disfrutando tanto, que no lo sentirás como dices’, le aconsejó Liza, su amiga.

Para este momento, Karla lo había intentado con todo tipo de lubricantes y no lo había logrado su cometido. Aún estaba reacia al asunto. Así que en otra salida exclusivamente de mujeres volvió a poner el tema y contó de su frustración. En esa ocasión, tres de sus amigas le dieron sus consejos. Claro, la primera fue Liza, a quien le iba muy bien. Karla compartió estos consejos por si alguna mujer le ayuda a superar sus temores con esta práctica sexual que tanto llama la atención a los hombres.

Liza, 38 años

‘Todo dependerá de tu estado mental. No importa cuánto te quieras relajar o poner de tu parte, si no estás bien metida en lo que estás haciendo, en la sensación de placer, no hay mucho que puedas hacer por ti. Tienes que tener en cuenta que a los hombres les encanta y debes complacerlo en algún momento’.

Natalia, 39 años

‘No es que me encante, pero no tengo problemas con el sexo anal. Como no es mi preferido, lo que hago es que lo dejo una vez al mes solamente. Y es bien cómico porque él como que se excita más sabiendo que lo voy a dejar en un momento que solo yo sé cuál será. Ese día me preparo con lubricantes y me preparo mentalmente para la cosa’.

Lisandra, 39 años

‘Todas son unas exageradas. No es para tanto. Tener sexo anal debe ser algo para lo que uno no tiene que prepararse tanto. Es como el sexo oral o vaginal, sencillamente, pasa y ya. El problema está, precisamente, cuando te quieres programar, porque lo mecánico no te ayudará en nada. Además, esto no es algo que lo practicas con todo el mundo, tienes que confiar mucho en esa otra parte’.

Edna, 40 años

‘Tu pareja tiene que ayudarte en esto. Eso es parte fundamental. Al principio yo me negaba, siempre sentía esa sensación de evacuar tan horrible. Me daba hasta vergüenza, pero mi esposo fue súper paciente y va a mi ritmo. Él me ayuda a relajarme. Tanto me acostumbré que yo creo que practicamos más el sexo anal que el vaginal porque también decimos que es nuestro control de natalidad’.

Se utilizaron seudónimos para lasentrevistadas en esta historia.