Despues de una visita a su medico por una tos crónica que ya lo tenía muy preocupado, de camino a casa Carlos decidió lanzar su cajetilla de cigarrillos por la ventana de su auto y dejar de manera definitiva el consumo del cigarrillo. Desde entonces, cada 31 de mayo, día en que la Organización Mundial de la Salud (OMS) celebra su Día Mundial sin Tabaco, Carlos recuerda este episodio y celebra que desde ese día respira mucho mejor y se siente más saludable.

Según estadísticas ofrecidas por la OMS, el tabaco mata cada año a casi seis millones de personas, de las cuales más de 600,000 son no fumadores que fallecen por haber respirado humo pasivamente. Se estima que a partir de 2030 este número aumentará a ocho millones.

El objetivo de la campaña del Día Mundial Sin Tabaco es sensibilizar acerca del daño que causa a la salud el comercio ilícito de tabaco, especialmente a jóvenes y los grupos de bajos ingresos, que es a donde más llega este producto, dado su menor costo. De hecho, otro de los fines de la campaña es mostrar cómo las gestiones para controlar el tabaco, mediante el aumento de impuestos y precios, entre otros, son socavadas por el comercio ilícito.

Sin embargo, también existe un grupo de consumidores que no se dejan intimidar por los precios ni las advertencias sanitarias gráficas, y tienen una adicción tan fuerte que les resulta difícil dejar de fumar. En el caso de Carlos, el deterioro de su salud fue la bandera roja y, aunque le costó mucho mantenerse firme en su decisión, lo logró sin ninguna otra ayuda que no fuese la fuerza de voluntad.

Pero esta técnica no necesariamente le funciona a todo el mundo, y mucho menos si se trata de una persona que consume tabaco con mucha frecuencia. Al dejar de fumar de manera inmediata, se pueden enfrentar síntomas como ansiedad, tensión, impaciencia, dificultad para concentrares, dolores de cabeza, incremento de apetito y aumento de peso.

Es por ello que una de las recomendaciones más comunes es ir dejando el consumo poco a poco o ir bajando la cantidad de cigarrillos diarios que se consumen. Antes de que se tome esta decisión, decide la fecha exacta en la que comenzarás a hacerlo y notifica a familiares y amigos de tu decisión, principalmente a aquellos que comparten el mismo vicio.

Identifica esos momentos en los que más probabilidad hay de fumar y haz un plan de lo que harás en esos momentos, por ejemplo, dar una caminata corta o hacer una merienda saludable.

También debes eliminar los ceniceros de tu casa y auto, y haz cambios en tu estilo de vida. Cambia tu rutina. La clave es encontrar una buena distracción que te desvíe el pensamiento de la necesidad de fumar. También puedes recompensarte por lo logrado. Establece una meta de días sin fumar y ve colocando en una alcancía lo que se supone que estés gastando en cigarrillos. Cuando cumplas tu meta, retira el dinero y cómprate algo.

Existen diversos productos para dejar de fumar, pero es recomendable que consultes con tu médico antes de utilizar alguno.