Para examinar la situación actual de los alimentos geneticamente modificados, un grupo de estudiantes de la Escuela Graduada de Salud Pública del Recinto de Ciencias Medicas (RCM) organizó el foro ‘Últimos hallazgos sobre los alimentos transgenicos y sus agrotóxicos’.

‘El propósito de esta actividad fue informar a la comunidad universitaria, profesional y a todos aquellos que estén interesados, sobre el impacto a la salud que nos muestran los últimos estudios realizados en alimentos transgénicos y sus agrotóxicos, como lo es el glifosato’, indicó Kiara Medina, estudiante del programa de nutrición de la Escuela Graduada de Salud Pública. ‘Tras el éxito de la actividad, queremos llevar el foro a Ponce y al área oeste’.

‘Una situación que estamos viendo en la agricultura es que la maleza se ha vuelto más resistente a los químicos. Por lo tanto, hay que emplear mayor cantidad del herbicida glifosato para matar esa hierba que ya se volvió resistente. Cuando venimos a ver, estamos expuestos porque ese químico se queda impregnado en los alimentos. Aunque uno los lave, no te deshaces del químico, y terminas ingiriéndolo’, abundó, por su parte, la nutricionista-dietista y también estudiante de Salud Pública, Elaine Ríos.

Las estudiantes de Salud Pública que organizaron el foro presentaron varias soluciones, entre ellas la agroecología. ‘Es poder cultivar nuestros propios alimentos en nuestras casas, pero a la vez, tomando en consideración el ambiente. Debemos poder cultivar nuestros alimentos sin utilizar químicos como insecticidas, herbicidas y pesticidas. También hay que cultivar las flores, porque motivan a las abejas, y las abejas son las que polinizan’, destacó Ríos.

Por su parte, la nutricionista-dietista Olga Sinigaglia, sugirió usar métodos eco-amigables, como el reciclaje y la composta. ‘Podemos aportar a nuestro propio bienestar con un huerto casero para tener alimentos que están libres de pesticidas y herbicidas. Cuando la gente los prueba, notan que saben diferentes, porque están experimentando el sabor real de esos alimentos’.

Asimismo, indicó que estas iniciativas deberían extenderse del hogar hasta las escuelas y comunidades. ‘Sería excelente integrar en los currículos de las escuelas una clase de agricultura y huertos comunitarios, para que los niños vean la agricultura como algo que se debe hacer en todas las familias. La agricultura es la opción saludable para vivir una vida sana’, señaló Sinigaglia.

Por otro lado, Medina recalcó la importancia de que la gente sepa identificar los alimentos transgénicos en el mercado. ‘Aunque actualmente no están etiquetados, existen apps de celular que ayudan a identificar los alimentos modificados genéticamente que se venden en el mercado. Otra forma en que la gente puede mejorar su alimentación es apoyando a los pequeños agricultores de la Isla, al comprar sus productos en festivales y mercados agrícolas’, puntualizó la estudiante.

El foro contó con la participación del experto en agroecología y agrónomo Ian C. Pagán, el licenciado Salvador Tió, abogado enfocado en la regulación de alimentos transgénicos; la nutricionista experta en alimentos genéticamente modificados, licenciada Vilma Calderón, y el senador Cirilo Tirado, co-autor del Proyecto del Senado 524, conocido como ‘Etiquétalo’. Este proyecto propone requerir que todo alimento preparado o procesado con ingeniería genética sea identificado con una etiqueta para que el consumidor pueda tomar decisiones informadas al momento de comprar.