Ya sea por complacer a la pareja o por simple curiosidad, grabar el acto sexual podría aportar al desarrollo de la relación si es que es consentido por ambos.

Según la sexóloga Ida Nevárez, definir el acto de la grabación como saludable, depende meramente de la frecuencia con que se haga. ‘Si siempre que se realiza el acto se sexual se graba, puede incurrir en conductas obsesivas e insanas, pero también es importante saber cómo se sienten ambas partes con respecto a la grabación’.

La experta explicó que no existen parámetros establecidos que definan hasta donde es saludable o no el acto de la grabación, por lo que se le adjudica a una simple curiosidad. Sin embargo hay que considerar los riesgos que envuelven grabar la intimidad de cada cual.

En ese sentido el vídeo casero podría tornarse en contra de sus protagonistas. ‘Todos los días, los adultos rompen convenios con sus parejas; se rompen lazos, promesas y lealtades. Las garantías de proteger un material de esa naturaleza se vuelven frágiles y escasas’, agregó Nevárez, quien es además manejadora del artista Tito el Bambino

Explicó que no existen límites de lo que se puede grabar o no, pero es importante establecer las reglas del juego. ‘Los límites deben ser claros y precisos. Le corresponde a cada una de las partes decidir claramente su deseo como se va a disponer de la grabación y hasta dónde es permitido grabar. Hoy día con el furor y el acceso a las redes sociales se torna más frágil y menos seguro la protección de un material sexual en manos de cualquiera’.

Dijo además que conoce casos en los que los jóvenes, como ‘importantes consumidores’ de las redes sociales conocen cómo y dónde colocar un material de este tipo para ganar ‘likes’ o aceptación en ocasiones ‘transgrediendo la integridad de su pareja o del participante en el acto sexual’.

Cuando se trata de almacenar los actos sexuales grabados, no se puede ver como una patología el mero hecho de guardarlos, sino cómo reacciona el individuo en su diario vivir con respecto a sus vídeos. ‘Hasta donde depende una persona del material grabado para funcionar en la cotidianidad. Mi recomendación es que si se opta por grabar el acto sexual debe ser planificado y establecer la intención del mismo’.

Nevárez agregó que si el caso es grabar por placer, curiosidad o gusto personal de la pareja pueden llegar a borrarlo en conjunto una vez disfruten de verse en el acto.