Hombre de estado, medico ortodoncista y esgrimista olímpico, son algunos de los títulos que ostenta David Bernier. Para el, ninguno es tan significativo como el de ser papá de Adrián David y Miranda.

Su mayor maestro es su propio padre, con quien Bernier dice identificarse pues ‘es muy moderado y aunque tiene su forma de pensar, respeta mucho a quien piensa diferente. Eso es un principio que es fundamental al enfrentarse a un país tan dividido y donde la capacidad para llegar a acuerdos se ha convertido en un problema’.

Su progenitor, quien aún vive junto a su madre en la casa que crío a sus cinco hijos en Patillas, estableció siempre que los estudios eran una prioridad.

‘Hicimos deporte, arte, todo lo que el ambiente nos proveía pero teniendo bien claro que cuando una cosa chocara con la otra y hubiese que tomar una decisión definitiva teníamos que escoger a favor de nuestra formación profesional’, explicó.

A esa misma universalidad de disciplinas el Secretario de Estado intenta exponer a su hija de tres años y a su hijo de cinco.

‘Entiendo el valor formativo de las artes y otras manifestaciones humanas pero como me crié una familia grande soy muy claro en que no todos somos iguales y que no a todos nos tiene que gustar lo mismo. Así trato de que en esta etapa ellos puedan experimentar con diferentes actividades para que vayan encontrando que es lo que más se ajusta a su gusto. La niña va a ‘ballet’ y el niño está empezando a tocar piano. Los llevo a clases de pintura, taekwando, natación. En estas etapas hay exponerlos a un poquito de todo para ir descubriendo sus afinidades’, aseguró.

De hecho, éste admite que la logística para cumplir con el país y la familia ‘requiere mucho tiempo y mucha planificación’.

‘A las cinco de la mañana ya estoy de pie tomando café, leyendo la prensa y planificando el día. (A los niños) Los dejo dormir un ratito, la mamá se levanta una horita después y entonces nos dividimos. Yo me llevo al más grande a su escuela, me despido, hablo con él y repaso lo que tiene en el día y la mamá lleva a Miranda al cuido. Por las tardes a veces la mamá los lleva a nadar y a veces los busco yo y los llevo al taekwando’, contó.

Al comparar la dinámica que se da con la niña a la que se da con el niño, Bernier inmediatamente responde que ‘el amor es igual de intenso aunque cada uno tiene su forma particular de ser’.

‘La niña es muy extrovertida y expresiva, tiene esa vena artística de su madre. El niño es más introvertido y cariñoso. Es muy curioso en términos de que te reta en sus preguntas’, indicó.

Precisamente, para explicarle a Adrián en qué consiste su profesión actual, Bernier le ha dicho que ‘papá trabaja en el gobierno y que el gobierno es el sistema que permite que le lleguen servicios importantes a todas las personas’.

‘Él asocia el trabajo de papá como la posibilidad de ayudar a los demás y a sí lo expresa’, dijo.

Para ponerse en los zapatos del padre puertorriqueño de hoy en día, el Secretario expresó que se remonta al tiempo en el que viajaba a diario a Comerío para trabajar en una clínica dental y en el que también era un reto dedicarle tiempo de calidad a sus retoños.

‘Cada escenario tiene sus retos, pero al final el amor de padre de cada uno debe ser mismo. Desde dónde la vida los haya colocado, lo importante es que se esfuercen para formar a sus hijos. Es lo que trato de hacer, ayer como dentista, hoy como Secretario de Estado y mañana donde la vida me coloque’, reflexionó.

Entre las preocupaciones que enfrentan los padres, Bernier identificó el acceso a la información como uno que necesita especial atención.

‘Esto lo podemos distinguir como un cambio dramático a la era donde nosotros nos criamos y nos coloca de igual forma a los padres en un reto de que nuestra presencia con nuestros hijos siga siendo la fuente primaria de información y no ninguna otra, sobre todo en esa primera etapa informativa. El padre es insustituible a cualquier otra fuente de información y todos aquellos que salimos a trabajar y aquellos que tienen varios trabajos enfrentan un reto grande para poder cumplir con esa presencia que es insustituible’, afirmó.

Al evaluar su futuro político y la posibilidad de postularse para la Gobernación, Bernier dijo tener claro que ‘cualquier cosa que haga tiene que girar en función de lo que es ser un padre responsable. Cualquier espacio que afecte eso iría en contra de lo que yo entiendo es mi responsabilidad principal’.

‘Soy padre antes que nada. Me levanto todos los días inspirado por la bendición que me ha dado la vida de ser padre. Salgo a trabajar y comportarme bien como ser humano para que ellos se sientan orgullosos de su padre’, concluyó.