‘Me considero exactamente igual al hombre común y corriente de la esquina con las mismas preocupaciones y miserias’, declaró el periodista Carlos Weber tras haberse anotado una victoria al conseguir una resolución positiva en el Tribunal Supremo sobre un caso relacionado a su intimidad que data del 2003.

El telereportero de Univisión enfatizó en que el largo y tedioso proceso causó ‘muchos daños’, pero que no se tuvo que amparar en ‘el show’ de comparecer ante los tribunales con bastón o salido de un tratamiento psiquiátrico.

‘No solamente se hizo daño sino que fue mucho más de lo necesario. El asunto es que a mí no me van a ver metido en Capestrano ni empepa’o. No me van a ver de rodillas ni tirado al suelo por una explicación. Lo que me ha tenido bien tiene una explicación. Y es mi ideología’, manifestó.

Weber demandó al estado en sus diferentes foros luego de que se enterara de que el Negociado de Investigaciones Especiales del Departamento de Justicia (NIE) le había requerido a su compañía de teléfono una relación de todas las llamadas que él hizo y recibió desde su celular en febrero de 2003.

La resolución del Supremo, bajo el mandato de la jueza Fiol Matta, establece que ‘reconocemos que una persona tiene una expectativa razonable de intimidad sobre los registros de sus llamadas telefónicas, particularmente cuando esta información está en manos de un tercero’.

El comunicador no quiso darse créditos, luego de que la resolución en su favor va más allá de su profesión, y avaló la labor de sus dos abogados quienes creyeron en su postura. Estos son Frank Torres Viada y Gaspar Martínez Mangual. ‘Los héroes de todo esto fueron ellos. No sé mucho de leyes pero este caso según lo que tengo entendido sienta jurisprudencia en algo que es novel. No se trata de la gente que tiene nuestro oficio, sino que es más extensivo que todo eso y cobija a toda la ciudadanía’, argumentó.

Dijo que no quería adentrarse en los pormenores del caso, para evitar que ‘personas ganen honores con escapularios ajenos’ y que estaba dispuesto a continuar con el proceso. ‘Es bien difícil encontrar personas valientes que cuando le dicen ‘no y no’ siguen trabajando por lo que creen. Esos fueron mis abogados y no mi empleador (Univision) ni las asociaciones de periodistas’, agregó.

Enfatizó en que respeta su lugar de trabajo y la empresa para la cual labora, pero entiende que la misma al año del suceso ‘me dejaron solo porque costaba mucho’. Sus memorias al respecto quedaron plasmadas en un escrito que espera publicar en los próximos días.

Weber recalcó que el proceso que inició en el 2003 continuará. ‘Simplemente fui un instrumento nada especial frente a nadie para que se hiciera algo en beneficio de la intimidad’, concluyó.

Resolución del Tribunal Supremo en caso Carlos Weber v. NIE – NotiCel_6094