Los puertorriqueños Ondara López y Bruno Rodríguez son de los participantes más jóvenes del World Salsa Open que se celebra esta semana en el hotel Ritz Carlton de Isla Verde. Son, al mismo tiempo, una de las parejas con mayor experiencia en este tipo de competencia. Participaron en la primera edición que se realizó del Congreso Mundial de la Salsa hace 10 años y desde entonces no han dejado de participar.

Bailan desde que eran niños y como pareja desde que ella tenía 9 años y él 10. Ganaron los primeros lugares en las categorías infantil y juvenil. Ahora, como profesionales, miran con optimismo hacia la final que se realiza esta tarde. Lo más lejos que han llegado ha sido al cuarto lugar que consiguieron en el 2010, en el 2011, obtuvieron el quinto.

Esta vez, Ondara y Bruno, mejores amigos, se han preparado más que nunca, asegura Bruno.

‘Este año, hicimos un análisis de lo que habíamos hechos todos los años pasados. Nos pusimos a ver los vídeos de todas las personas que habían ganado en las rondas de coreografía anteriormente y los de nosotros para ver qué tenían ellos, que teníamos nosotros y qué nos faltaba. Decidimos meter todo eso en una misma coreografía, desde la selección de la música hasta lo que íbamos a hacer juntos, la parte libre’, comentó.

El trabajo no fue nada fácil porque, aunque vienen preparándose desde marzo, a diferencia del resto de los competidores, muchos de los cuales mantienen un régimen diario de prácticas, Bruno y Ondara solo se pueden ver durante los fines de semana. Él estudia biotecnología industrial en el Recinto Universitario de Mayagüez y ella, sistemas de oficina en el Recinto de Ponce de la Universidad de Puerto Rico.

Ondara señala que en tan solo dos semanas pudieron montar su coreografía con la canción ‘Mambito’, pero que el entrenamiento para que salga limpia fue lo más tiempo les tomó, ‘meses’.

‘Practicamos por nuestra cuenta. Tenemos la presión de que no tenemos un sitio en específico donde ensayar y tenemos la presión también de que somos una de las parejas de Puerto Rico y la gente siempre espera de nosotros lo mejor, pero sabemos lidiar con eso porque nos conocemos bien’, apunta Bruno.

Aún con el esfuerzo que le pusieron a su presentación, la pareja de baile no quedó conforme con su primera aparición frente a los jueces el pasado jueves. ‘No nos salió como queríamos, chocamos varias veces…’. El jurado, sin embargo, pareció no notar los deslices, que fueron prácticamente imperceptibles para el público que los vitoreó de principio a fin. De hecho, el jueves se colocaron en el primer lugar de clasificación para la semifinal. Ayer, los jueces estimaron que otras tres parejas lo hicieron mejor y los colocaron en una cuarta posición de cara a la final de hoy.

La presentación de esta noche, en la que podrían obtener el lugar más cercano al campeonato que alguna vez hayan tenido, podría ser la última para la joven pareja. Bruno ha decidido dedicar toda su atención a sus estudios universitarios, aunque reconoce que el baile es parte de su vida, al punto de que cuando no lo practica, no le va tan bien en sus clases.

Ondara, por su parte, ante la ausencia de Bruno, considera prepararse para competir en la categoría de solista.