En la vista en que se atendió su petición de libertad, trascendió que le faltan requisitos por completar. Entre ellos, unas terapias.

Carmen Pérez Fontánez tendrá entre tres a cuatro meses más de incertidumbre, aunque un poco de tranquilidad por el momento, luego de que la Junta de Libertad Bajo Palabra (JLBP) declarara que el convicto y asesino de su hijo, Osvaldo Álamo Carpio, aún no podrá salir a la libre comunidad hasta que cumpla con varios requisitos.

Álamo Carpio tiene una sentencia de 143 años tras asesinar a Orville Baretty Pérez, de 20 años, el 8 de agosto del 1999 en el negocio «El Tequilón de Álex» en la carretera PR-1 en Caguas, al disparar contra Álamo Carpio luego de que se comenzara una discusión con un hombre identificado como Julio Díaz Santiago.

El joven era un prospecto beisbolista que era parte del equipo Doble A de Río Grande. Esa noche celebraba la victoria del equipo de San Lorenzo, donde su hermano competía.

Su muerte ocurrió durante sus vacaciones en la isla, ya que estaba estudiando en la Universidad de Kansas City para ser terapista físico de deportes.

La familia de Baretty Pérez se presentó ayer lunes a las 9:00 a.m. a la vista de consideración para la salida del reo por Ley 85 del 2022, donde la jueza de turno determinó que habían requisitos que faltaban por cumplir. Entre ellos: unas terapias que Álamo Carpio no ha completado.

Se desconoce qué otros requisitos aún le faltan.

La ventana que se abrió para que Álamo Carpio tenga esta oportunidad fue producto de la aprobación de la Ley 85 del 2022, en que se dispone que la JLBP puede considerar una petición de libertad bajo palabra luego de, por ejemplo en el caso de Álamo Carpio, tras cumplir 25 años de su sentencia por asesinato en primer grado.

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El estatuto es producto de un proyecto de ley de las senadoras Joanne Rodríguez Veve y Gretchen Hau, además de los senadores William Villafañe y Ramón Ruiz Nieves y buscó reducir los años de cárcel mínimos a cumplir antes de que un reo cualifique para libertad bajo palabra.

Pérez Fontánez contó a NotiCel que, después de verlo, no mostraba ningún tipo de arrepentimiento en su rostro por el crimen que había cometido.

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“Yo lo miraba y lo miraba y no se veía arrepentido, una persona que ha estado allí tanto tiempo y no le importa nada», expresó la mujer.

«Si vieran la mirada. Es igual. La misma mirada que hizo cuando lo vi por primera vez. Hablaba como si no hubiera pasado nada. Nunca pidió disculpas a las personas que le hizo daño, ni aprovechó ese momento…», añadió.

La vista duró tan solo 10 minutos y, según lo relatado por Pérez Fontánez, solo se le comunicó al reo que estaba en incumplimiento y que si quería apelar la determinación debía pagar un abogado para solicitar reconsideración.

De lo contrario, la próxima vista se estaría evaluando en un periodo de tres a cuatro meses.

A pesar de que Pérez Fontánez ya había sometido su declaración con las razones que tiene para que no se le permita salir al asesino de su hijo a la libre comunidad, añadió a este diario digital que si en la próxima vista Álamo Carpio cumple con los requisitos para salir, pedirá que se les restrinjan sus salidas y lugares a frecuentar.

«Si le dan la libertad, que lo restrinjan porque yo se que salen y no los verifican, no están pendientes a ellos y se van por ahí hacer cosas malas en la calle…», puntualizó.

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