La toma del Congreso por parte de partidarios de Trump acabó con la vida de cinco personas.

Dos policías narraron su experiencia en el asalto al Congreso concretado el pasado 6 de enero por parte de seguidores del presidente saliente de Estados Unidos, Donald J. Trump.

Michael Fanone y Daniel Hodges vivieron los primeros momentos de la insurrección, cuando solo un grupo de 30 agentes custodiaba la entrada del Capitolio federal frente a cerca de 15,000 partidarios de Trump que buscaban evitar que se culminara de celebrar en el Senado el conteo de actas que certificaría la victoria de Joe Biden en las pasadas elecciones.

Fanone estuvo en esa línea de batalla y contó que los seguidores de Trump se presentaron y «empezaron a tocar mi arma» y gritar «mátalo con su propia pistola».

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«En ese momento no sabes cómo puedes sobrevivir. Y pensé en utilizar fuerza letal. Pensé en dispararle a la gente. Y luego llegué a la conclusión de que si hacía eso probablemente mataría a algunos, pero no a todos. Y probablemente me quitarían el arma, y eso definitivamente era darles la justificación que necesitaban para matarme», dijo.

Según continuó narrando a CNN en Español, pensó rápidamente y optó por tratar de apelar a la humanidad de alguien. «Y yo solo recuerdo haber gritado que tengo hijos. Y pareció funcionar», mencionó.

A Hodges, por su parte, lo agredieron con su propia macana.

«Un tipo que me arrancó la mascarilla. Pudo arrancarme la macana y darme con ella. Estaba botando espuma por la boca», contó sobre esos momentos.

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«Finalmente los alejaron de mi, porque mis brazos estaban doblados y no pude defenderme de manera efectiva», dijo, a la vez que expuso que no sabe cómo sobrevivió.

El pasado 6 de enero cientos de partidarios de Trump irrumpieron en el Congreso. Los legisladores que llevaban a cabo la sesión para certificar la victoria de Biden tuvieron que ser removido a la sede de la Cámara por seguridad.

Como resultado de la situación cinco personas resultaron muertas, entre ellas un guardia del Congreso.

Los partidarios de Trump tomaron acción -para detener un presunto «fraude electoral» que no ha podido ser validado por ningún tribunal pese a decenas de demandas presentadas-, minutos después de que el propio Presidente saliente hablara y aludiera a que «no cederemos», en referencia al poder.