La mujer también es la madre de una bebé de 2 meses, quien es la contagiada de menor edad en Puerto Rico.

La esposa de Gabriel Morales Figueroa, quien falleció el pasado 29 de marzo a causa del COVID-19, denunció negligencia del Departamento de Salud al no querer tomarle a ella y sus hijas las pruebas, pese a haber compartido con el hombre poco antes de su fallecimiento, a la vez que alegó que la agencia tampoco fue transparente sobre los diagnósticos, pues fue a través de la prensa que vino a enterarse de que su bebé de dos meses es la contagiada más joven en Puerto Rico.

Todo comenzó el viernes, 27 de marzo, cuando Morales Figueroa, de 41 años, fue transportado al Hospital de la UPR en Carolina tras presentar síntomas como dolor de cabeza, escalofríos y cansancio.

Posteriormente, una placa de pecho arrojó que tenía pulmonía.

Morales Figueroa llamó a su esposa, llamada Lourdes, desde el hospital para notificarle que lo iban a entubar. A la mujer esta llamada le pareció rara, pues hasta el domingo Morales Figueroa continuaba sintiéndose estable y se comunicaban con regularidad.

«Tenía una fuerza tan grande, que me llamó y me dijo ‘mi amor, te amo. Voy a salir de esta, yo me siento súper bien», expresó la mujer a Telenoticias.

No obstante, esa misma tarde empeoró súbitamente y falleció. El personal médico del hospital adjudicó la muerte a problemas durante la entubación.

Si bien los sucesos la tomaron por sorpresa, la mujer además denunció que vino a enterarse del positivo a COVID-19 de su esposo dos días después de su fallecimiento, y que, tras reclamar que le hicieran la prueba a ella, a sus tres hijas y demás familia que había tenido contacto con su esposo, el Departamento de Salud alegadamente se negó.

«Mi esposo había muerto y yo tuve contacto directo con él, mis hijas, todo. Ahora mismo ellos (Departamento de Salud) arriesgaron a toda mi familia», expresó.

Como si fuera poco, ese mismo fin de semana se enteró de que tanto ella como su hijastra de 12 años habían contraído el virus, y fue por la prensa que se enteró de que su bebé de dos meses también está contagiada.

«Todo me lo ocultan, si esto no sale a la luz, a nosotros no nos hacen las pruebas», dijo.

Gabriel Morales Figueroa fue cremado hoy, todo mientras su esposa continuaba en aislamiento junto a su bebé y la otra menor de 12 años, también contagiadas por coronavirus.

El Hospital de la UPR emitió expresiones de solidaridad a la familia; no obstante, no hubo declaraciones sobre los protocolos que realizan junto al Departamento de Salud ante la emergencia por COVID-19, que, hasta hoy, ha cobrado la vida de 23 personas en Puerto Rico.