Esto supone un problema en Semana Santa.

Alrededor de unos 600 policías estatales han renunciado entre los meses de octubre a febrero, según informó Ismael Rivera, presidente del Sindicato de Policías Puertorriqueños.

Esta problemática afecta gravemente el monitoreo de la Policía para esta Semana Santa, que se destaca por ser una de alta asistencia en las playas de la isla, particular que conlleva una gran planificación por parte de la Uniformada.

‘Las zonas costeras son lugares que son muy visitados por la gente que llega a Puerto Rico y por los ciudadanos de Puerto Rico. Aqui la preocupación es que estemos quitando personal de una zona para ir a atender otra’, explicó Rivera en entrevista radial (Radio Isla 1320).

No obstante, además del monitoreo de la Policía estatal, cada municipio costero prepara su vigilancia preventiva.

En el caso del municipio de San Juan, la alcaldesa Carmen Yulín Cruz Soto, anunció que tendrá transportación disponible para las personas que decidan acudir a las playas, además de cerca de mil personas que trabajarán en conjunto en el monitoreo de las costas.