Arecibo – ‘Yo dije ‘me ahogo, me ahogo’. Me llegó hasta el cuello. Como nos habíamos quedado sin ropa, yo estuve con la misma ropa hasta ayer [viernes] que mi familia me trajo ropa’, relató María del Carmen Carrión Lozada, residente del barrio Rodríguez Olmo, en Arecibo.

El huracán homónimo, –coincidencia que la aterró aún más–, provocó una inundación de siete pies dentro de su hogar. Vio sus enseres recien comprados flotar, su ropa entripada, la de sus tres hijos y la de su madre. Los juegos de cuarto y muebles, tambien en pleno financiamiento, perdidos.

‘El guardia [su vecino] se quedó ahí tambien y si no le aviso se ahoga. Cuando eso bajó, yo pegue a gritar. Yo pegue a llamarlo a el y cuando el sale, el no podía abrir la puerta. Él tuvo que pasar de verja a verja’, explicó Carrión Lozada.

La residente vive junto a su esposo y tres hijos, uno de 19 años, con una condición medica y otros dos de 13 y 9 años. El automóvil de la familia tambien se inundó.

Las paredes de su casa están despintadas o llenas de fango. En cada recoveco de su hogar impera el olor a humedad y a cartón mojado. Aunque dedica sus horas a recoger lo que puede, no hay manera de recuperar lo ya perdido.

‘Cuando llegó el huracán, trate de cerrar la puerta pero perdí las mesas, todo se llenó. El comedor quedó elevado, mi jardín se perdió’, expresó.

Aunque conocía el riesgo de inundaciones de cara al huracán decidió permanecer en su residencia porque quien podría albergarla, su hermana, tenía la casa llena de familiares. Sin embargo, en esa casa tambien sufrieron los estragos de los vientos del fenómeno atmosferico.

Al ser abordada, Carrión Lozada declaró que llenó los formularios de la Administración Federal de Manejo de Desastres (FEMA, por sus siglas en ingles). Mientras, su sobrina y hermana le llevan comida y ropa.

Arecibo fue uno de los municipios que más se afectó con el paso del huracán María, al dejar en su camino cientos –tal vez miles– de hogares y negocios sin techo, y daños severos en los hospitales.