Entre los empleados municipales de Guaynabo existe un gran temor hacia la figura del alcalde, Hector O’Neill, pues este posee la destreza y la discreción para despedir o tomar medidas de represalia dentro los límites de la ley.

Esa fue la apreciación de Héctor Landrau, legislador municipal de Guaynabo por el Partido Popular Democrático (PPD) quien también fue candidato a la alcaldía durante el 2008. En ese entonces escuchó varias observaciones por parte de empleados municipales quienes no reclamaban mejoras laborales al alcalde por temor a ser despedidos.

‘Él es una persona muy influyente, con poder. Por ejemplo, los empleados públicos que quisieran mejorar su sueldo o sus condiciones de trabajo, pues lamentablemente no se atreven manifestarlo por temor a ser despedidos y otras represalias’, indicó Landrau a este diario digital.

Landrau detalló que entre las medidas de represalia figuran traslados, descensos, restar importancia a tareas diarias e ignorar la presencia de empleados que difieran de sus métodos. De mismo modo denunció que este tiende a otorgar aumentos de salario a aquellos que participan de sus campañas políticas y no por mérito.

‘Esta gente sabe cómo buscar las herramientas para las represalias que cojan contra un empleado y hacerlas legales. La gente tiene temor de que eso pase’, manifestó Landrau.

Para el también portavoz popular en la legislatura municipal guaynabeña, el hecho denota la importancia de tener una unión en el ayuntamiento que represente a los empleados de este tipo de actitud por parte del alcalde. ‘Cada cual tendrá sus temores, pero si yo soy empleado del municipio, no tengo una representación sindical pues yo tengo miedo de llevar mis quejas porque puedo ser despedido o bajado de rango y es así’, dijo.

Desde que se supo en octubre del año pasado sobre la querella de una agente de la Policía contra O’Neill por hostigamiento sexual, el alcalde ha vuelto a ser eje de controversia por un escándalo de esta índole. En el 2010 la empleada municipal Maribel Montalvo Ruiz radicó una demanda federal por hostigamiento sexual contra el alcalde, la cual también fue transigida por la suma de $285,000. En ese entonces dicho pago fue autorizado mediante resolución por la legislatura municipal.

En esta ocasión, sin embargo, el alcalde aseguró de entrada que no usó ‘ni un centavo de fondos públicos’ para transigir la querella presentada por Yenetamie Díaz Zayas ante el Equal Employment Opportunity Commission (EEOC). Aunque Díaz Zayas recibió una compensación de $300,000, otro pago efectuado a su pareja por el alcalde, quien también fue parte del acuerdo, aún se desconoce.

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