El presidente de la Universidad Interamericana, Manuel J. Fernós, descartó casi por completo que el aumento en la matrícula de acuerdo a los ingresos familiares de los estudiantes de la Universidad de Puerto Rico (UPR) debería ser una de las medidas en el recorte de 300 millones de dólares que hará el primer centro docente del País. ‘Yo creo que ese debe ser el último recurso’, declaró en un aparte a NotiCel.

El costo de la matrícula en la UPR es de 55 dólares por crédito, mientras que en la Universidad privada de la Interamericana es de 183. Dos de las cualificaciones para aplicar a la Beca federal Pell, es el ingreso familiar y el costo de la matrícula. Ante un posible escenario donde se aumente el precio, Fernós dijo que se tiene que analizar cómo afectará al sector estudiantil, ya que podría dar paso a que se les aumente la cantidad de ingresos que reciban de las ayudas económicas o hasta hacer elegibles a personas que no cualificaban para dichos fondos. ‘Ese análisis, que yo sepa, no se ha hecho y yo creo que es importante también porque no necesariamente le costaría al bolsillo del estudiante, lo podría pagar la Beca Pell’.

La Junta de Control Fiscal (JCF), ente creado bajo la Ley federal PROMESA, recomendó el tijeretazo a la Institución con el fin de cuadrar las arcas del Gobierno estatal. Los recortes deben hacerse en un plazo de 2 años comenzando este año fiscal. Sin embargo, hoy el gobernador Ricardo Rosselló presentará su Plan Fiscal para reducir el déficit y se espera que pida al organismo más tiempo para resolver el problema de liquidez y de deudas que enfrentan las entidades.

El presidente Fernós opinó que la UPR puede llegar al número solicitado pero tiene dudas sobre si puede cumplir en el plazo estipulado. ‘Conociendo yo de cómo se administra, conociendo el costo por estudiante que ronda sobre los 13,000 dólares sobre la UPR, en el caso nuestro es sobre 5,700 dólares, yo sé que es posible hacer ajustes en los costos. No estoy hablando de gastos, en los gastos también pero en los costos’, puntualizó.

‘Lo que pasa es que implantar reducción de costos no se hace de un día para otro. Si tú vas a hacer, por ejemplo, una sustitución del sistema administrativo, de información, para reducir el manejo de la gerencia de la matrícula de una manera bastante manual a una usando la nueva tecnología, implantar un sistema de información te puede tomar 1 o 2 años, fácil. Eso fue la experiencia de la Interamericana, nos tomó 2 años’, explicó. En esa línea, recomendó más tiempo para que la UPR pueda hacer ajustes, pero no precisó cuánto sería el tiempo razonable para analizar el presupuesto y decidir de dónde cortar.

‘Tendría que ver los estados financieros, el presupuesto, las necesidades que tienen y examinarlo. Yo te digo que implantar un sistema de información, que permita reducir la porción en el presupuesto de nómina no docente, que es más alto que el docente, en el caso de la Universidad de Puerto Rico, —que no debería ser, el docente debería ser más alto—, eso toma tiempo, porque después no queremos cesantear a nadie. Es un plan gradual, porque los que se jubilan no se cubren las plazas. Toma años, años y sería por etapas. A lo mejor tú puedes lograr cosas a corto, a mediano y a más largo plazo, pero te toma años’, refutó.

Ante el Plan Estratégico que mencionó la presidenta interina de la UPR, Nivia Fernández, que pretende allegar fondos para recortarle lo menos posible al sistema educativo, Fernós mostró incertidumbre sobre los números que se pondrán sobre la mesa. ‘Yo pongo en tela de juicio los ingresos que aumentarán en la UPR. A mí lo que preocupa de cuadrar el presupuesto aumentando ingresos, que no son certeros que se van a dar, no es lo mejor porque después, mira, peor es ajustar un presupuesto a mitad de año. Eso es más difícil’, cuestionó.