A pocos días de cumplir sus tres meses, Inti, el primer bebe con microcefalia por Zika en Puerto Rico, aún no ha sido atendido por un neurólogo pediátrico. Rodeada de incontables irregularidades, Michelle Flandez Marcel, madre del menor, reclama al Departamento de Salud la falta de ayudas que hay en la isla para estos casos.

En octubre, Flandez Marcel, recibió la noticia de que su hijo había nacido con microcefalia. La razón la conoció el día que le dieron de alta de la Unidad de Cuidados Intensivos Neonatales (NICU) del Hospital Pediátricodel Centro Médico en Río Piedras: el virus del Zika. El mismo bebé que unas semanas antes había arrojado una lectura normal en su ultrasonido. Su madre nunca tuvo ningún síntoma del virus y el resultado de su prueba no se le entregó hasta después del nacimiento de Inti.

‘A mí me hicieron la prueba cuando estaba embarazada pero esos resultados los vine a ver cuando él ya había nacido. Encima, los resultados decían ‘Falso Positivo’, entonces, no es ni tan cierto ni tan falso. Pero tampoco nadie me llamó para decirme ‘Oye, tu examen dice ‘falso positivo’ Podrías pasar por la unidad a practicarte nuevamente el examen?’ explicó la chilena.

Flandes Marcel asegura que no se le realizaron otras pruebas de sangre a su hijo para descartar otras posibles causas de la condición. Después del nacimiento de Inti, supo que en su familia existen casos de microcefalia.

Mientras, a través de los medios, Flandes Marcel, intenta que el Departamento de Salud escuche sus reclamos. En el día de hoy, la clínica specializada en el Zika del Hospital Universitario en Río Piedras, se comunicó para ofrecer sus servicios. Además, logró una cita para el próximo miércoles en el Hospital del Niño en Santurce. La madre espera que no sea una medida desesperada y que no se abandone la causa una vez deje de estar en el ojo público.

‘No estoy pidiendo pañales. Ni dinero.’ expresó varias veces la madre. Lo ideal para Flandes Marcel sería que el Departamento de Salud atendiera, no solo el caso de su hijo, sino también el resto y que funcione como un sistema igualitario para todos los residentes de Puerto Rico.

Escasez de neurólogos en Puerto Rico

Por otro lado, la falta de neurólogos pediátricos pone en riesgo la evolución positiva de niños con necesidades especiales. En Puerto Rico, se gradúa un neurólogo al año gracias a la aprobación de una residencia para contrarrestar la necesidad de estos especialistas en la isla. La cita inicial para evaluación con un neurólogo pediátrico privado alcanza los $200. Sin embargo, el Plan de Salud de Puerto Rico, no cubre en muchas ocasiones las consultas con neurólogos.

‘Muchas veces se debe a la regionalización de la reforma. Por ejemplo, si no hay un neurólogo en el área del paciente, pues ese plan no contrata neurólogos. Entonces tienen que pedir ochenta autorizaciones para poder ir a un especialista a otra área’ dijo Víctor Ramos, presidente del Colegio de Médicos de Puerto Rico.

Sin embargo, la isla ha recibido ayuda financiera para atender los casos de Zika. En septiembre, el comisionado residente Pedro Pierluisi anunció la presentación en el Congreso de Estados Unidos de una resolución para la asignación de $126 millones para combatir al virus.

‘Se supone que hay asignado un dinero para que las cosas corran y los nenes tengan los servicios, no es aceptable que haya un paciente sin evaluación porque es crítico. Esos primeros dos meses. Los niños con microcefalia tienen un distinto potencial de desarrollo’ añadió el pediatra.

Según reportes del Departamento de salud, hasta septiembre de este año se habían presentado 20,000 casos de Zika positivo en la isla y solo se han confirmado dos nacimientos con microcefalia relacionados con el virus. En julio de este mismo año, los casos positivos no alcanzaban los 8 mil.