Cuando Hector Vargas Soto, socio íntimo del empresario Anaudi Hernández Perez, se sentó a testificar en la corte federal, afirmó que el exdirector de tecnología de la Cámara de Representantes era quien le había provisto información que ponía en ventaja a su empresa 3 Comm Global para recibir contratos con el cuerpo legislativo.

Se trataba específicamente del contrato para el cuadro telefónico de la Cámara, el cual adquirieron finalmente en octubre del 2013 por la suma de $149,900. Según Vargas Soto, a esta cifra se llegó luego de una serie de correos electrónicos enviados por Ramses Maldonado, otros de los socios, en los que se sometían numerosas revisiones del documento dirigidas a Víctor Burgos, entonces director de tecnología de la Cámara, con quien desde enero del 2013, se empezó a dialogar sobre posibilidades futuras de negocio en la Cámara.

‘ Tuve una reunión con Víctor Burgos donde hablamos de proyectos que le interesaban en la Cámara e iba a recomendar el cambio del cuadro telefónico’, declaró Vargas Soto en agosto, sentado a la silla de testigos en el juicio contra cuatro supuestos cómplices de Anaudi.

A palabras del entonces testigo, Burgosles brindó información sobre el presupuesto que la Cámara había asignado para cubrir sus necesidades tecnológicas y, a su vez, le informó a Anaudi y sus socios lo que estaban ofreciendo las otras compañías involucradas en la licitación para dicho contrato, beneficiando a 3 Comm Global con una ventaja sobre los demás competidores.

Estetestimonio entra en total contradicción con lo que declaró el propio Víctor Burgos sentado al banquillo de testigo en la sala 3 del Tribunal Federal de Hato Rey. A preguntas del fiscal federal Timothy Henwood, Burgos condenó por completo el que se le hubiese ofrecido información confidencial a Anaudi y sus socios, por consistir en un proceso injusto para la otorgación de contratos.

Además, Burgos declaró sin asomo de dudas que el primer contacto que tuvo con Anaudi y sus socios, quienes se presentaron como ‘los amigos del presidente’ Jaime Perelló, fue en marzo del 2013, a pocos días que venciera el plazo para someter propuestas para el cuadro telefónico. Esto contradice el testimonio de Vargas Soto, que trazó el contacto desde enero.

‘Si Héctor Vargas dijo en esa silla y bajo juramento que usted le dio esa información, está mintiendo?’, preguntó en el contrainterrogatorioel abogado de Glenn Rivera, Juan Masini. ‘Yo estoy diciendo la verdad’, aseguróBurgos.