El presidente de la Asociación de Agricultores de Puerto Rico, Hector Iván Cordero, denunció que el Departamento de Agricultura de Puerto Rico por medio de la Autoridad de Tierras, ha otorgado un contrato a inversionistas extranjeros para el desarrollo de más de 100 cuerdas de piña en la región norte del país. La agencia tambien ha autorizado a estos inversionistas a importar más de 20 furgones de semillas de piña de Costa Rica durante un periodo de dos meses.

Cordero informó que miembros del Sector de Piña de la Asociación han solicitado que se detenga la importación tanto de piñas como de semillas de piña ante el temor que en dichas frutas pueda haber la presencia del hongo fusarium oxusporum, causante de la enfermedad conocida como ‘decaimiento de la piña’ existente en Costa Rica, procedencia principal de la piña y semilla de piña importada a Puerto Rico. El hongo no se ha identificado en Puerto Rico.

Por otro lado, el líder de los agricultores exhortó ‘al Departamento de Agricultura que exija utilicen semillas de piña que actualmente hay disponible en Puerto Rico y no de Costa Rica ni de ningún otro lugar donde exista o pueda existir el riesgo de tan peligroso hongo para la industria de piña local’.

Agregó que aún la agricultura local no se ha restablecido de la epidémica del ‘citrus greening’ que afecta a nivel mundial la industria de las cítricas y que en Puerto Rico ha devastado plantaciones completas de chinas y toronjas en el área central de la Isla, cuando enfrenta la posibilidad de una nueva enfermedad, esta vez para la piña, una de las industrias agrícolas emergentes.

En cuanto a la industria de huevos locales, que en abril la Asociación denunció atravesaba una crisis inducida por los importadores, dos meses más tarde está en peor situación y en vías de extinción, manifestó Cordero.

Informó que luego de reuniones entre los distribuidores e importadores de huevos con los avicultores –durante las cuales acordaron comprar la producción local– han continuado trayendo cantidades de huevos de Estados Unidos por encima de la demanda, creando un excedente falso del producto local, lo que obligará a los productores locales a tener que decomisar sus huevos.