Los once recintos que componen el sistema de la Universidad de Puerto Rico (UPR) utilizan 27 documentos distintos para la administración del Fideicomiso del Fondo Dotal y tampoco cuenta con un procedimiento escrito para el recibo y manejo de la propiedad mueble recibida por donación o legado, según certificó la división de Finanzas de Administración Central tras una auditoría de la Oficina del Contralor para el periodo del 1 de enero de 2008 al 31 de diciembre de 2014.

El informe de cinco hallazgos indica además que se incumplió con las cláusulas de la Escritura Dos que creó el Fondo Dotal en 1996. El examen reveló que la UPR de Cayey, y los recintos de Río Piedras y Mayagüez, no transfirieron a la Administración Central nueve cuentas dotales por $1.04 millones, las cuales controlaban e invertían.

Por ejemplo, una persona que al fallecer dejó el legado de $39,000 a la UPR de Mayagüez para otorgar becas a estudiantes de escasos recursos y con altos promedios interesados en Ingeniería Civil no fue depositado en el Fondo Dotal y tampoco se notificó a la Administración Central. Esta situación, entre otras, privó al Fondo de los intereses que estos pudieron generar.

Además, la auditoría identificó deficiencias con las propiedades inmuebles heredadas como propiedades sin ingresar en el Registro de la Propiedad, y tardanzas en la venta y reclamo de las mismas; incumplimiento de la Política de uso del Fondo Dotal y de las directrices establecidas en la Certificación 137 que estableció un Patronato en el 2004 para recaudar fondos privados para la institución universitaria.

Durante el periodo auditado, los presidentes de la UPR fueron Carlos H. del Río, Ygrí Rivera, Luis Berríos, y Jorge Sánchez. Cuando el Fondo fue creado en el 1996, su presidente fue Norman Maldonado.

Un Informe de la Junta de Gobierno de la UPR indicó que en marzo de 2014 se había sobrepasado la meta de $100 millones del Fondo Dotal.

Informe Contralor Fondo Dotal UPR – NotiCel_17614