La Guardia Costanera busca un barco de carga con 33 tripulantes con la que perdió contacto cerca de las Bahamas y que iba de camino a San Juan.

Según el comunicado de prensa, el barco, llamado ‘El Faro, salió de Jacksonville, Florida y todo apunta a que hizo contacto con el huracán Joaquín.

El sistema tropical es un huracán categoría 4 con vientos de 130 millas por hora y con una velocidad lenta hacia el norte a 3 millas por hora.

Las autoridades recibieron a las 7:30 a.m. una notificación de que la embarcación se encontró con los efectos del huracán, había perdido propulsión.

La tripulación indicó que anteriormente había entrado agua a ‘El Faro’, pero que lograron contener la inundación.

Por otro lado, la Cámara de Mercadeo, Industria y Distribución de Alimentos (MIDA) reaccionó muy preocupada por la noticia de ‘El Faro’.

‘Nuestros primeros pensamientos son hacia la seguridad de los tripulantes y sus familias. Confiamos en que pronto se recuperará el contacto con la embarcación y en que no habrán mayores problemas con el suplido de bienes a la Isla’, indicó el vicepresidente ejecutivo de la entidad, licenciado Manuel Reyes Alfonso, en un comunicado de prensa.

No obstante, Reyes Alfonso resaltó el riesgo y la incertidumbre en que vive la economía local y la población por la concentración excesiva del mercado de transportación marítimo provocada por el cierre de Horizon Lines el pasado año y por las Leyes de Cabotaje.

‘En este momento, solo hay dos barcos sirviendo la ruta de Jacksonville que es de donde llega la mayor parte de la carga a la Isla. El resto de los servicios son barcazas. En el caso de los alimentos perecederos es necesaria la transportación por barcos porque las barcazas tardan más lo cual reduce el tiempo de vida útil de los productos’, comentó el presidente de la entidad, Ricky Castro.

‘De ocurrir algo con este barco, se pierden sobre 700 furgones esta semana, seguramente muchos de alimentos, y la mitad de la capacidad para transportar por barcos el suplido de bienes futuros, al menos hasta que llegue el nuevo barco ordenado por la empresa Sea Star, que se supone sea pronto. Tampoco sabemos si se afectarán los demás servicios de barcazas por el mismo fenómeno atmosférico. Todo esto en un momento donde los inventarios de alimentos en la Isla están muy bajos por la situación económica’, recalcó Reyes Alfonso.

‘En este contexto de incertidumbre, exhortamos al gobierno a prepararse para reaccionar de inmediato si el resultado de este proceso no es el que todos esperamos. Deben prepararse para solicitar de inmediato una exención temporera a las Leyes de Cabotaje que permita la entrada de otros barcos en lo que se normaliza la situación. En el largo plazo, insistimos en nuestro reclamo de que la Isla tiene que liberarse de las leyes de Cabotaje para permitir la entrada de más competidores y/o abaratar los costos de operar de los existentes. Deben además tener un plan de seguridad alimentaria que identifique los riesgos a través de la cadena y tenga planes de contingencia para cada posible escenario. Una Isla que importa el 85 por ciento de los alimentos que consume no puede estar a la merced de la suerte’, concluyó.