Contrario al discurso del Ejecutivo, tanto el presidente del Centro Unido de Detallistas (CUD), Ruben Piñero Dávila, como el presidente de la Asociación de Detallistas de Gasolina de Puerto Rico, Inc., Ricardo Román, afirmaron que el propuesto Impuesto al Valor Añadido (IVA) aumentará los precios de los productos y servicios para los consumidores, lo que podría reducir el consumo y afectar la estabilidad de los negocios.

Según Piñero Dávila, la reducción en el consumo ‘significaría una reducción en la actividad económica, en un ambiente económico de contracción, esto podría significar el agudizar la contracción’.

De otro lado, afirmó que cuando en enero de 2016 se implemente el cobro del IVA por las transacciones entre negocios se desencadenará un efecto inflacionario, y las empresas pasarán estos costos a los consumidores, ‘ya sea porque los reembolsos o créditos de Hacienda tardan demasiado o porque el producto es exento del pago de IVA, y, por ende no se puede pedir un crédito por el IVA pagado’.

También Piñero Dávila sostuvo que el IVA conlleva un costo de cumplimiento para los negocios, quienes pasarán los costos a los consumidores.

‘Por tal razón, desde la óptica de los consumidores, se reflejará un aumento mayor en los precios de los bienes de las empresas pequeñas o medianas que en el de las empresas grandes. Esto sitúa al empresario local en desventaja con las mega tiendas’, sentenció Piñero Dávila.

Además del impacto en los consumidores, Piñero Dávila, advirtió que el IVA también pone en juego los empleos y permanencia de los negocios, lo que a su vez aumentaría la migración.

De hecho, añadió que el Gobierno se tardaría varias años en lograr una captación del IVA de 75%. Atado a esto, Piñero Dávila, resaltó que con el IVA se incrementarían las compras por internet.

‘El lado positivo del IVA y el aumento en el IVU es que mejoraría el flujo de efectivo del Gobierno, lo cual le permitiría cumplir con los vencimientos y reducir su déficit’, reconoció.

Piñero Dávila propuso que se posponga la implantación del IVA hasta que las condiciones socio-económicas mejoren, y sugirió que se establezca un arbitrio en el origen (muelles) de 12%, lo que le permitiría al Gobierno recaudar unos $1,200 millones.

Asimismo, planteó reestructurar el Gobierno y el Departamento de Hacienda, que permanezca el IVU Municipal, que se imponga un impuesto de 5% a las corporaciones foráneas, que las disposiciones de la Ley para Incentivar el Traslado de Individuos Inversionistas a Puerto Rico (Ley 22 de 2012) esté en vigor dentro un plazo determinado, y luego se reduzcan los incentivos o se eliminan, entre otros.

Por su parte, Román indicó que, ‘la imposición de un IVA de 16% en la renta y servicios que hasta este momento están exentos de IVU, conllevará que el detallista terminará asumiendo gran parte de ese IVA ya que solo podrá acreditar hasta el monto cobrado por los productos tributables, que en nuestro negocio se estima en un 10% total del volumen de ventas. Para poder subsistir, el detallista se verá en la obligación de aumentar el precio de sus productos incluyendo la gasolina. Es decir, la gasolina sufrirá un aumento adicional al reciente aumento por razón del impuesto mejor conocido como la crudita’.

Para Román esta situación se puede evitar si la gasolina en vez de estar exenta se le impone una tasa cero, para ‘recobrar el IVA pagado sobre sus insumos’.