El exsecretario del Departamento de Justicia, Luis Sánchez Betances, contrainterrogado en las vistas administrativas de la Oficina de Ética Gubernamental (OEG) por la licenciada Miriam Matos, se contradijo sobre lo que le manifestó a su amigo Jaime Sifre al encontrarlo en el cuartel la noche en que este último fue detenido por conducir en estado de embriaguez.

Y es que hoy el exfuncionario sostuvo que lo que hizo fue preguntarle cómo estaba y si quería que llamara a un abogado, a lo que Sifre le cuestionó que, ‘por qué?’, y el extitular de Justicia le ripostó, porque había sido arrestado. Pero en declaraciones previas de Sifre, este había dicho que lo que le indicó el exfuncionario fue ‘ya llamé a un abogado, viene de camino’.

En el quinto día de las vistas administrativas que lleva en su contra, Sánchez Betances, aseguró que estaba ‘perfectamente apto’ para manejar el vehículo de su ‘amigo del alma’, el licenciado Jaime Sifre.

El 6 de diciembre, Sifre fue detenido por el agente Gilberto Santiago Ortiz por utilizar el celular mientras conducía su Lexus, pero luego fue puesto bajo arresto al negarse a hacerse la prueba del alcohol en el lugar.

Asimismo, Sánchez Betances, destacó que ‘desconocía’ el procedimiento a seguir para radicar una querella en contra del sargento Luis Rodríguez Hernández, de quien ha dicho que mantuvo una actitud abusiva e irrespetuosa hacia su persona y su exescolta, René Molina, cuando llegó al lugar donde se había intervenido con Sifre.

El extitular resaltó que días después del incidente, ya había decidido no radicarle una querella en contra de Rodríguez Hernández. Además, ayer manifestó que había desistido de la querella tras sostener una conversación con la secretaria de la Gobernación, Ingrid Vila, para evitar un impacto adverso sobre la Reforma de la Policía.

Por otra parte, Sánchez Betances, reiteró que en la madrugada del 7 de diciembre habló con el exsuperintendente de la Policía, James Tuller, tras un oficial de prensa de La Fortaleza comunicarle que estaba circulando en Twitter una información de que había estado en un cuartel supuestamente interviniendo en el caso de un amigo que había sido arrestado. Ya el exfuncionario ha dicho que su intención era que Tuller se enterara por él, y no por los medios, de lo que había ocurrido.

De acuerdo a Sánchez Betances en una de las comunicaciones con Tuller, este le informó que iniciaría una investigación, y su impresión era que se iba investigar la conducta del sargento Rodríguez Hernández.

En otros aspectos, este viernes también se sentó a testificar el exjuez del Tribunal Supremo, José Andreu, quien destacó que conocía a Sánchez Betances desde que era estudiante de Derecho, y que por su ‘compromiso social, integridad y madurez’, le permitió que sin ser abogado postulara ante él en el Programa de Asistencia Legal de la Universidad de Puerto Rico.

Andreu describió a Sánchez Betances como una persona ‘muy honesta y muy honrada’.

Tras su breve testimonio, Andreu manifestó a la prensa que había venido a OEG ‘en ánimo de contribuir a que se aclare una situación que yo considero injusta’.

Acto seguido testificó el juez federal José Fusté, otro testigo de la defensa, quien habló de la reputación profesional de Sánchez Betances, criticó lo que circuló públicamente sobre las actuaciones del exfuncionario, y lamentó que en algún momento le hubiera recomendado aceptar el cargo de secretario de Justicia.

Ya entrada la tarde, en los argumentos finales, la licenciada Josefina Cruz, otra de las representantes legales de la OEG, hizo un recuento de las admisiones del exfuncionario y los testimonios de los distintos testigos vertidos en las vistas administrativas.

Cruz resaltó que mientras el gobernador Alejandro García Padilla implementaba medidas de austeridad ante la situación fiscal del Gobierno, Sánchez Betances utilizó su escolta y vehículo oficial para ir a atender un asunto personal, y como anteriormente había usado los mismos recursos para ir a su lancha en Fajardo, el colmado o el cine.

También, sostuvo que Sánchez Betances llegó ‘revertido de su poder como alto funcionario gubernamental’ a la avenida Roosevelt, al tener su vehículo oficial con las luces empotradas encendidas y bajándose de la guagua Ford Expedition con su escolta. Asimismo resaltó cómo trató de hablar con los agentes que habían intervenido con su ‘amigo del alma’.

Igualmente, planteó que la supuesta pregunta retórica que

Sánchez Betances le hizo al sargento Silva mientras solicitaba el nombre y número de placa del sargento Rodríguez Hernández se hizo realidad alrededor de la medianoche, cuando admite llamó al exsuperintendente de la Policía, James Tuller, a su celular personal, para ‘involucrarlo directamente en un asunto personal’.

Cruz, indicó que Sánchez Betances igualmente reconoció esta mañana que en algún momento de esa madrugada también habló como el jefe de los fiscales, José Capó. Pero en su testimonio este dijo desconocer de qué hablaron.

‘Después de todo no debemos ser tan inocentes para creer lo que nadie más creería’, concluyó Cruz, citando al exjuez del Tribunal Supremo, Raúl Serrano Geyls, al tiempo que estableció que con los testimonios se han validado las violaciones de los dos artículos de la Ley de Ética Gubernamental.

Por su parte, el licenciado Harold Vicente, representante legal de Sánchez Betances, en su argumentación final tronó contra los recursos invertidos por OEG en las vistas para seguir ‘fabricando un caso’.

‘Estos artículos de la Ley de Ética no fueron adoptados para cubrir apariencias, inferencias, ‘innuendo’, para atacar gente decente que ha donado su tiempo por este país’, puntualizó Vicente.

Para este, la OEG, en vez debiera invertir sus recursos en investigar al sargento Rodríguez Hernández pues apuntó que este recibió un ascenso en rango dos meses después de archivar un caso al representante Rafael ‘June’ Rivera por provocar un accidente en el 2011 también manejando en estado de embriaguez.

Además, Vicente trajo a la atención las 10 querellas que este había tenido desde que está en la Uniformada, y las sanciones recibidas.

Reiteradamente, Vicente le cuestionó a la jueza administradora, Lourdes Velázquez Cajigas, cuál era el mensaje que se quería mandar con este caso.

Tras someterse el caso, las partes tienen hasta el próximo viernes, 22 de agosto, para someter sus memorandos de derecho a Velázquez Cajigas. Y se espera que esta emita su resolución en 90 días a partir de este viernes.

*Parte de la información fue publicada a las 11:15 p. m.