El convicto ex senador Héctor Martínez sometió una declaración jurada sobre las supuestas rencillas que puede tener el juez federal Francisco Besosa en su contra porque el mentor político de Martínez, el ex senador Freddy Valentín, colgó el nombramiento de la esposa del juez, Enid Martínez Moya, como secretaria de Justicia en 1993 bajo la Administración Rosselló.

Con esta declaración, Martínez espera conseguir recusar al juez y que sea otro el que vea el nuevo juicio y la investigación del jurado que también está pidiendo. La solicitud sobre el jurado está basada en una entrevista radial a un supuesto miembro del jurado en el que éste habló de, entre otras cosas, cómo se pusieron de acuerdo para vestirse todos con colores asociados a partidos políticos.

La recapitulación de una historia que es pública hace 18 años ocurre justo después de que Besosa le diera paso a la solicitud de la fiscalía federal para que el oficial probatorio que va a preparar el informe presentencia de Martínez tome en cuenta el testimonio de Gran Jurado de 1999 en el cual Martínez habló sobre los actos de corrupción que llevaron a Valentín a una convicción federal.

En su declaración jurada, Martínez dice que es ahora que se entera del historial completo que ata a Martínez Moya con Valentín y que es ahora que se da cuenta de que ese historial puede haber influenciado en la actitud supuestamente pro fiscalía de Besosa.

A pesar de que Martínez ya no es senador, su declaración jurada del 5 de abril aparece notarizada por la licenciada Cristina Córdova Ponce, quien está en la nómina de los asesores del presidente senatorial Thomas Rivera Schatz con un sueldo de $3,800 mensuales. La declaración está basada en expedientes históricos entregados por el Senado.

Según la relación de hechos que hizo Martínez, su padre y Valentín sirvieron juntos en el Senado, el difunto padre bajo el Partido Popular, y Valentín se convirtió en un ‘padre sustituto’ de Martínez tras la muerte de su progenitor.

Desde el 10 de marzo, continúa, El Vocero, El Show de Harold (conducido por un ex asesor del Departamento de Corrección en la Administración Rosselló), y Carmen Jovet (mantenedora del programa de televisión oficial de Mi Salud) hicieron insinuaciones de que Besosa tenía un conflicto no divulgado. Supuestamente eso provoca que Martínez y sus abogados comiencen a indagar, lo que los lleva al descubrimiento de los récords que demuestran el nivel personal al que llegaron los ataques de Valentín contra Martínez Moya. Ataques por los que, se argumenta, el juez debe estar todavía muy molesto, y por los cuales ha decidido a favor de la fiscalía, y por los cuales habría querido meter preso a Martínez desde el día del veredicto.

Martínez asegura que no sabía que Martínez Moya era esposa de Besosa cuando votó a favor de su nominación a jueza de apelaciones en 2005, y que no sabía del incidente con Valentín hasta ahora que pide la recusación del juez. ‘No veo ninguna otra razón por la que (Besosa) haya tomado tantos pasos fuera de lo común para hacer determinaciones que eran a favor del gobierno (federal)’, concluye Martínez en su declaración sometida ‘de buena fe’.

A pesar de que no se menciona en la moción ni en la declaración, hay otra función pública de Martínez Moya que probablemente no cae bien en la cúpula legislativa ni en los círculos de poder novoprogresistas: fue la comisionada designada del Tribunal Supremo que dió paso al encausamiento ético de la ex presidenta cameral, ex jueza, actual asesora de la presidencia cameral y actual filtro de los nombramientos judiciales de la Administración Fortuño, Zaida ‘Cucusa’ Hernández.

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