Jefe de Integridad Pública dice cómo ocurren las reuniones de personas investigadas con personal de su oficina en Washington DC.

La decisión sin precedente de los abogados de la exgobernadora Wanda Vázquez Garced de acudir a los medios de comunicación hace tres meses para divulgar que su clienta sería arrestada con detalles de los cargos y las movidas de fiscalía federal nunca representaron riesgo de alterar o afectar la investigación.

Así lo afirmó el jefe de la Oficina del Fiscal de los Estados Unidos para el Distrito de Puerto Rico, W. Stephen Muldrow, tras anunciar los cargos de la acusación histórica la semana pasada.

A preguntas de la prensa sobre las comparecencias del abogado de Vázquez Garced, y exfiscal federal, Luis Plaza Mariota, en mayo pasado, Muldrow comentó que «de mi parte, de mi punto de vista, nunca, nunca vi algo que fuera un intento de hacer algo (con) la investigación, porque la verdad es que no hubo ningún ‘chance’ de que eso iba a pasar». «Nosotros seguimos investigando y llegamos donde los hechos nos llevan», añadió.

De los cargos que el abogado defensor adelantó en mayo que se le presentarían a su cliente porque así estaban reflejados en la orden de incautación que hicieron para ocuparle su teléfono celular, el pliego acusatorio los refleja todos, excepto el de donativos políticos ilegales por parte de un extranjero, que, en este caso, es el banquero venezolano italiano, y coacusado, Julio Herrera Velutini.

En el programa Jugando Pelota Dura, Plaza Mariota indicó que se integró al equipo de defensa para marzo y que, desde entonces, «el riesgo de radicación (contra la exgobernadora) ya era alto». Abundó que se reunió con los fiscales que tienen el caso asignado a nivel del Departamento de Justicia en Washington DC y que estaban «bien motivados a meterle un tiro en el pecho a mi clienta». El exfiscal dejó entrever que sus gestiones en Justicia central no tuvieron éxito porque «solamente le (van) a dar un ‘break’ de no arrestar a una persona que esté cooperando y se meta al pecho un ‘felony» (un delito grave)».

En la conferencia de la semana pasada, el fiscal Corey Amundson, jefe de la sección de Integridad Pública de Justicia federal, confirmó que siempre hay oportunidad para que las personas bajo investigación puedan reunirse con los fiscales que están a cargo de la pesquisa y que en este caso hubo reuniones de ese tipo con varios abogados que representaban a personas bajo la lupa. Pero añadió que conceder la reunión, o conceder el trato que solicitan para su cliente, «depende de quién lo pide». «Si es apropiado, se considera», dijo al precisar que el criterio rector para esa decisión es que lo que esa persona pueda aportar les ayude a «llegar a la verdad».

Fuentes de NotiCel resaltaron que ha sido instrumental en este caso y en la racha de casos de corrupción pública que la fiscalía federal ha ejecutado en Puerto Rico, particularmente en municipios, la participación del fiscal Nicholas W. Cannon, quien está en la fiscalía federal de la isla desde enero de 2014 y se pasó en destaque a Integridad Pública en marzo de 2022. Estando en la isla supervisó estas investigaciones y ahora desde Integridad Pública atiende las acusaciones y juicios.

Hoy se sabe que, para el momento en que Plaza Mariota se reunió con los fiscales, estos ya tenían la cooperación tanto del exconsultor político de Vázquez Garced, John Blakeman Ortiz, como de su entonces pareja, y expresidenta del banco de Herrera Velutini, Frances Díaz Fossé.

«Es mejor ser Persona A que acusado número uno», subrayó Muldrow sobre el beneficio que tienen los cooperadores tempranos. En este caso, la analogía directa que se deriva de las palabras del jefe de la fiscalía es que es mejor ser la subsecretaria de la Gobernación, Lillian Sánchez Pérez, que Vázquez Garced.

A las palabras de Plaza Mariota, de que el caso era «técnico» y que gira sobre declaraciones acomodaticias que dieron a los fiscales personas que componen «la piña del partido», Amundson ofreció que «vamos a responder en corte, presentamos casos que creemos podemos probar más allá de duda razonable en el juicio y eso es lo que pretendemos hacer».

El pliego plantea una conspiración en la que Herrera Velutini invirtió al menos unos $300,000 en la firma de consultoría política de Inglaterra, C|T Group, para que le hicieran trabajo política a Vázquez Garced a cambio de que esta destituyera al excomisionado de Instituciones Financieras, George Joyner Kelly, y lo sustituyera con Víctor Rodríguez Bonilla, quien fue consultor del banco del coacusado, Bancrédito International Bank & Trust. Esto con la intención de que quedara anulada una investigación que Instituciones Financieras realizaba sobre el banco por irregularidades múltiples, algunas de las cuales ocurrieron en las cuentas personales de Herrera Velutino en el banco.

Herrera Velutini nunca logró apagar la pesquisa de Instituciones Financieras y, además de resultar acusado, esta semana se anunció que el banco cerraría y entregaría su licencia para operar en la isla.

Al distinguir esta acusación criminal de cualquier otro proceso relacionado con el banco, Muldrow dijo que todavía hay posibilidad tanto de que surjan otros cargos relacionados a la investigación del soborno a Vázquez Garced, como que ocurran más consecuencias por las irregularidades en el banco.

En sus comparecencias, Plaza Mariota adelantó que su defensa será que la decisión de destituir a Joyner Kelly se tomó antes de que Herrera Velutini presentara el apoyo político a la exgobernadora y que los motivos de la salida serían que estaba dándole asistencia al expresidente del Banco de Desarrollo Económico, entonces acusado de delito, Luis Burdiel Agudo.

Pero en el pliego se reflejan textos y conversaciones sobre la necesidad de destituir a Joyner Kelly como condición al apoyo político de Herrera Velutini y, en efecto, la destitución ocurrió el mismo día en que Vázquez Garced asistió a una reunión con el banquero y otros en el hotel Condado Vanderbilt para recibir una presentación sobre los servicios de C|T. También han evidencia sobre cómo otra parte del apoyo vino atada a la designación de Rodríguez Bonilla.

Plaza Mariota no ofreció cuál sería la defensa para haber designado a un consultor de Herrera Velutini como sucesor de Joyner Kelly y, en su comparecencia hace tres meses, admitió que la destitución y la presentación en el hotel fueron «tan cerquita que se ve crítico».

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