El licenciado Víctor García San Inocencio comenta sobre la acusación contra el expresidente Trump.

Se anunció ayer —jueves, 30 de marzo— que Trump será acusado y arrestado probablemente la semana que viene. Mentir sobre el destino y uso de dinero en informes financieros llevará por primera vez a un expresidente estadounidense a enfrentar juicio.

Trump, un tramposo en masa, será acusado por un fiscal de Manhattan luego de que un gran jurado autorizó las denuncias. Trump tiene muchas cuentas pendientes. Los traqueteos con la elección presidencial, particularmente en Georgia; su papel personalísimo en la toma del Congreso el 6 de enero del 2021 para impedir que se certificase al nuevo presidente; sus maromas financieras rayanas en fraude a acreedores y al fisco; entre tantas otras cuentas, flotan aún en el limbo de la indecisión y del alargamiento procedimental.Sin embargo, no deja de ser significativo e histórico que se haya zafado la primera trompada judicial de carácter criminal contra ésta, la más sagrada vaca del hato estadounidense.

Esta misma semana se resolvió un caso importantísimo relacionado a si el entonces vicepresidente Pence, actuando como presidente del Senado el 6 de enero, a efectos de la elección del Colegio Electoral, le cubre la cláusula de inmunidad. Pence habló por teléfono aquel día fatídico con Trump. Conocer el contenido de esa conversación y el recuerdo que Pence tenga de la misma, va a depender de que él decida o no invocar ese privilegio legislativo. Pence, quien contempla correr a la presidencia en el 2024, necesita no enajenar a los seguidores de Trump, quien ya lo llamó traidor cuando cumplió con su deber de contar y reconocer la elección de Biden. Sin embargo, se sospecha que su declaración arrojaría detalles de la intención criminal conspiratoria golpista de Trump, lo que podría resultar para el ex-presidente estadounidense en acusaciones y prohibición permanente de aspirar a un cargo público.

El anuncio de la acusación la semana que viene, aunque procede de un sórdido operativo para comprar el silencio de una prostituta fina previo a la elección del 2016, donde el testigo principal es el abogado pagador que fue ya preso por mentir al Congreso, no deja de ser extraordinario por varias razones. Aparte de que involucra a Trump, un ex-presidente y de su lujurioso origen, se posa sobre el uso del dinero de o en las campañas políticas.

En Puerto Rico donde atravesamos una epidemia de casos y convicciones sobre donativos ilegales, sobornos, extorsiones de funcionarios electos y públicos, aprovechamiento ilícito de recursos públicos y violaciones a granel a la Ley de Ética Gubernamental, debemos prestar atención a este desarrollo reciente. Para empezar , ya tenemos un caso mayor de inmolación que involucró la creación de dos Comités de Acción Política (PACs) fantasmas, que fueron creados para ocultar donantes en una campaña primarista que benefició al actual gobernador Pierluisi. Si recordamos los hechos, este es el caso de estos dos PACs fantasmas creados desde Virginia por un amigo íntimo del gobernador, un contable, con el efecto de ayudarlo en su primaria. El abogado del acusado de mentir a la Comisión Federal de Elecciones declaró que su cliente se inmoló. Homenaje a la Amistad. Pierluisi, muy familiar con este tipo de casos que le han llovido al PNP que preside, es posible que esté pensando en las acusaciones contra Trump.

Si hechos del 2016, por traqueteos en finanzas de campaña, han creado este tsunami contra Trump, qué no se dejará para que más rajieros y ratones de la Palma sigan cayendo. Son ya seis años de desplome ininterrumpido, sólo igualado por el eco de similares bochornos en la Pava. De rojo a azul; de San Juan a Ponce; de Humacao a Mayagüez, resuena el traqueteo político de las facciones roja y azul del partido de la dependencia.

Pierluisi, quien luce por momentos exaltado y otros pasmado, vive rodeado de escándalos que salpican a su Administración. No hay contrato ventajoso que no haya gestionado para sus amigos del alma. Su defensa del contrato de LUMA es ya proverbial, sólo es comparable con la incompetencia de su equipo para siquiera iniciar los miles de proyectos prometidos, iniciando y terminando solo un puñado. Algunos han propuesto que se ponga en sindicatura su administración por obstaculizar los trabajos de recuperación poniéndola estrictamente al servicio de inversionistas apalancados.

Que hasta Trump sea acusado, arroja un alerta a los politicuchos ladrones en Puerto Rico. Quienes además, le roban la esperanza al pueblo, y la credibilidad a las instituciones, mientras engullen presupuestos, deben tener temblequeras y retortijones. Podrían no salvarse hasta las garrapatas de las vacas sagradas, ni las sanguijuelas que pulverizan presupuestos. Entre tanto, se agotan los antidiarreicos. Sus mentes y cuerpos nunca estuvieron más alineados.