Columna de Josette Pagán

¿Te has preguntado recientemente cuán feliz estás contig@ mismo? ¿Estás siendo la mejor persona que puedes ser contigo y con los demás? En estas últimas semanas del año en las que comenzamos a preparar la tradicional lista de resoluciones que deseamos manifestar en el siguiente año, te invito a hacer una simple reflexión que podría cambiar tu vida de manera positiva.

La autoconciencia o conciencia de un@ mism@ es uno de esos términos que suena más cursi de lo que es. Según el reconocido sicólogo y autor Daniel Goleman, la autoconciencia es el primer componente de la inteligencia emocional, que implica conocer a profundidad nuestras emociones, fortalezas, debilidades, necesidades e impulsos. Obviamente vivimos en comunidad, así que existen factores externos (como nuestras relaciones con otros, situaciones de vida y el trabajo) e internos (como nuestra salud emocional y mental) que impactan quiénes somos y cómo nos sentimos.

Lo interesante es que diversas investigaciones sobre inteligencia emocional han demostrado que al igual que podemos aprender y desaprender cosas, al aumentar nuestra autoconciencia y trabajar para mejorar eso que queremos cambiar, tenemos el potencial de obtener resultados y cambios positivos. Digamos que es como cuando uno dice que quiere bajar de peso. Si esa es tu meta y te propones lograrla en un tiempo determinado, entre los cambios que debes hacer estarían comer más saludable y hacer ejercicios, ¿verdad? Y si eres persistente y tienes fuerza de voluntad, hay una gran posibilidad de que logres bajar de peso. Así que comprometerte con amor, empatía y buena actitud es imprescindible para lograr una meta. ¡Y qué bien se siente cuando se logra!

Cada uno de nosotros tiene el poder de cambiar, es una decisión muy personal e interna que solo un@ mismo puede tomar. Es como ir al baño – nadie puede hacerlo por ti. El comprometerse con un@ mism@ a ser y dar lo mejor de sí tiene muchos beneficios. Nos sentimos más felices, somos más productivos, nos sentimos empoderados, nos proporciona bienestar, contribuye a que disfrutemos de una mejor calidad de vida, y propicia mejores relaciones.

Así que volviendo al tema de las resoluciones, te invito a que en estos días te regales la autoconciencia. Saca un ratito para hacer una introspección profunda. Este es el momento perfecto para evaluar lo que no está funcionando en tu vida, soltarlo y dejarlo ir. Acepta tus errores y fallas, y perdónate lo que tengas que perdonarte. Piensa y escribe en un papel lo que te hace feliz y quieres lograr en el nuevo año que se avecina. Date la oportunidad de hacer los cambios que tienes que hacer. Atrévete a ser tu mejor tú y brillar con tu luz. Si cada ser humano en el planeta se regalara la autoconciencia, imagínate el mundo hermoso que estaremos creando para vivirlo, disfrutarlo y compartirlo con las próximas generaciones.

Feliz Navidad y el que el 2022 esté lleno de abundantes bendiciones, bienestar, salud, prosperidad, paz y amor para ti y tod@s.