El principal foco de infección sigue estando en el condado de Miami Dade.

Los casos confirmados de COVID-19 en Florida desde que en marzo pasado la pandemia llegó a este estado aumentaron a 15,456 y las muertes a 309, lo que significa 709 casos y 13 muertes más que el martes, según las autoridades de salud.

Las hospitalizaciones también subieron, de 1,893 a 1,955, y el principal foco de la pandemia en Florida sigue estando en el sur del estado, con el condado de Miami-Dade a la cabeza.

Aunque es donde hay un mayor número de casos en Florida (5,334), seguido de Broward (2,358), Miami-Dade no es donde más muertes se han producido por el coronavirus SARS-CoV-2.

El condado de Palm Beach, también en la costa sureste del estado aunque más al norte que Miami-Dade, es el primero de la lista en este apartado, con 69 personas fallecidas de un total de 1,206 casos confirmados de la enfermedad.

En Miami-Dade han muerto hasta ahora 58 personas y en Broward 49.

Hasta ahora se han hecho en Florida 144,570 pruebas de COVID-19.

Los datos actualizados sobre el avance de la pandemia en Florida muestran también que los condados floridanos libres de COVID-19 son ya solo dos, aunque en todo el noroeste del estado se registran hasta ahora muchos menos casos que en el sureste.

Salvo Miami-Dade, Broward y Palm Beach, este último donde tiene su domicilio particular el presidente Donald Trump, ningún condado floridano ha sobrepasado los mil casos.

En cuanto a las medidas preventivas frente al nuevo virus, algunas ciudades de Florida van sumándose a la tendencia de hacer obligatorio que las personas que trabajan en negocios esenciales (los únicos abiertos) o se dedican a la entrega a domicilios de comida y otros productos lleven tapada la boca y la nariz.

La última en sumarse ha sido Miramar, situada al norte de Miami.