Cuando la estudiante doctoral en la Universidad of Wisconsin, Cecilia Westbrook, supo que había un libro de recetas basadas en la esperma decidió hacer lo propio con las secreciones vaginales, por lo que creó un yogurt con las suyas.

El primer experimento con su flora vaginal produjo un yogurt que según Westbrook sabía a uno de la India, que mezcló con arándanos. El segundo supo a leche vencida. Vice también habló con profesionales de la Administración de Drogas y Alimentos (FDA), quienes recomendaron no continuar con tal práctica ante la posibilidad de transmitir enfermedades.

Westbrook no tiene planes futuros para continuar cultivando su comunidad de bacterias y organismos, pero cree que las críticas por haberlo intentado están prejuicidas por motivos de género. Los comentarios que ha recibido se pasean enter la incredulidad o el repudio. Para la estudiante resulta un tanto sorprendente que las personas se sientan asqueadas del hecho de que hay seres vivos en las jugos vaginales cuando es algo totalmente natural y característico de una persona saludable, según reseñara el diario The Independent. Además, le resulta extraño que no se conozca más de la flora vaginal considerando su importancia.

La vagina alberga cientos de tipos de bacterias y organismos que, a su vez, generan ácido láctico, peróxido de hidrógeno, entre otros. La bacteria dominante es la lactobacilo, utilizada en el cultivo de lácteos.