Más de 200 parejas palestinas celebraron anoche una multitudinaria boda que contó con la ayuda financiera de la Autoridad Nacional Palestina (ANP) y la presencia de su presidente, Mahmud Abas.

La ceremonia tuvo lugar en el aparcamiento de uno de los hoteles de lujo de la histórica ciudad Jericó, donde, tras los discursos protocolarios, el baile y la alegría por esta inusual iniciativa de la ANP dieron paso a una larga fiesta.

Esta es la primera vez Abas preside un acto social de estas características y los analistas lo atribuyen a un cambio de estrategia política destinada a ganar popularidad en Cisjordania, sacudida por la crisis y el desempleo.

Al igual que en Gaza, controlada por Hamas, el territorio que Gobierna la ANP sufre desde hace meses un índice de desempleo que ronda el 20 por ciento y una inflación al alza que ha encarecido el nivel de vida.

En la Franja, donde la situación económica es aún más crítica, el citado movimiento islamista sí financia y promueve desde hace tiempo este tipo de enlaces, que contribuyen a sostener el arraigo social del que aún disfruta.

Quizá con la misma intención, Abás apadrinó este martes la boda de 218 parejas, que vieron así cumplido uno de los sueños más complicados para los jóvenes palestinos: casarse y crear una familia.

Según fuentes en Cisjordania, cada una de ellas recibió un regalo por valor de 3.400 euros (unos 4.650 dólares), además del traje del novio, el vestido tradicional palestino de la novia y otros gastos, que supusieron el desembolso total de unos 750.000 euros (1,025 millones de dólares)

Las parejas, algunas llegadas de campamentos de refugiados, compusieron un mosaico con el colorido vestido de las mujeres, el traje negro y la corbata roja de los hombres y los 218 ramos de rosas.

Casarse es especialmente oneroso para cualquier palestino, ya que de acuerdo con una tradición centenaria debe asumir los gastos del banquete y el vestido nupcial, además de entregar un dote negociada en oro y financiar un lugar donde establecerse.

La fiesta es fundamental en el proceso, ya que sin ella los esposos no pueden vivir juntos, aunque hayan firmado antes el complejo contrato matrimonial.

Abas aprovechó el acto para criticar al Gobierno de Hamas, al que acusó de no dar oportunidades a los jóvenes, de ser incapaz de mejorar las condiciones económicas y de dividir al pueblo palestino.

‘Hamas ha impedido que nuestros hijos e hijas en Gaza estén aquí hoy compartiendo esta fiesta con nosotros. Queríamos que fuera una muestra de unidad nacional, pero Hamas lo ha impedido’, afirmó el presidente.

Pese a que las encuestas no son muy fiables en los territorios palestinos, las que existen apuntan a una caída en la popularidad de Abas, pese a que este haya reiniciado las conversaciones de paz con los israelíes a través de Estados Unidos.

Sus críticos le reprochan que pase la mayor parte de su tiempo en su oficina o de viaje al exterior, sin preocuparse de las necesidades sociales de Cisjordania.

El Gobierno palestino está dividido entre las ciudades de Gaza y Ramala desde que en 2007 las milicias adscritas a Hamas expulsaran de la Franja a las fuerzas de la ANP, después de que esta organización no reconociera el triunfo islamista en las elecciones.