Nueva York.- Una mujer acusada de operar un prostíbulo de categoría en Manhattan dijo en una entrevista en la cárcel, publicada el viernes, que los fiscales le mostraron una lista de diez personalidades y le exigieron que identificara a sus supuestos clientes.

Anna Gristina dijo al New York Post, en una entrevista desde la cárcel de Rikers Island, que reconoció a aproximadamente la mitad de los hombres en la lista, pero que eran amigos o socios comerciales, informa Prensa Asociada.

‘Los que conocía eran personas a quienes he conocido desde hace tiempo que están en política, inversiones y bienes raíces’, dijo Gristina, ex agente inmobiliaria y rescatista de animales del suburbio de Monroe, Nueva York, quien dijo había iniciado un servicio legal de citas.

Agregó que ganó millones de dólares pero ‘para otras personas’ ayudando a amistades con negocios inmobiliarios y otros emprendimientos.

Es la primera vez que Gristina habla públicamente desde su arresto el 22 de febrero. Se ha declarado inocente de promover la prostitución.

Gristina dijo que la acción policial equivalía a ‘Díganos lo que queremos y le dejaremos ir’.

Admitió haberse jactado en llamados telefónicos acerca de personas que conoció en altos círculos: funcionarios de policía, agentes del FBI y políticos.

También reconoció haberse reunido con el asesor financiero David Walker, de Morgan Stanley, el día de su arresto. La empresa puso a Walker en licencia paga después que fue vinculado con la mujer, pero Walker no ha sido acusado de ningún delito. La reunión con Walker fue para discutir un servicio de citas en línea ‘totalmente legítimo’ para hombres y mujeres acaudalados, dijo Gristina.

La mujer también habló sobre su coacusada, Jaynie Baker, quien dijo estaba de vacaciones y que no estaba eludiendo a las autoridades. ‘Ella acaba de enterarse de que es una supuesta fugitiva’, dijo Gristina.

‘Si yo fuese una madama de alto vuelo, ganando mucho dinero, y tuvieron que investigarme durante cinco años, por qué me arrestaron por un solo cargo de promoción de la prostitución, y solo después que me negué a hablar con ellos?’, se preguntó Gristina.