El velatorio se efectuó ayer, mientras hoy será el sepelio que recorrerá una ruta hasta Guaynabo.

Impactados aún por el marcado de repunte de casos de violencia de género, ciudadanos ajenos a Keishla Rodríguez, se dieron cita ayer a su velatorio, en la víspera de su camino al camposanto.

Adultos mayores estaban desde las 5 a.m. esperando poder entrar a ver a Keishla – cuando las puertas abrían a las 9 a.m. – para mostrarle apoyo a la familia de la joven cuyo asesinato ha estremecido a la isla y que será sepultada hoy.

Mientras la gente pasaba a darle su último adiós, rompían noticias de gran impacto, como la revocación la fianza de Jensen Medina, acusado de matar a Arellys Ortiz, mientras muchos se cuestionaban cómo una falsificación a un documento lo ponía tras las rejas mientras el asesinato lo tenía bajo fianza.

Asimismo, el arresto en dos ocasiones, en un mismo día, del licenciado Jerome Garffer, por violar una orden de protección de su expareja. Este último también dormiría tras las rejas tras la revocación su fianza.

Además, sonaba entre los asistentes el reclamo de transparencia en el caso de Andrea Ruiz, la mujer hallada calcinada, luego de meses de angustia y dos peticiones del auxilio al sistema de justicia que quedaron evidenciados, sin embargo, en mensajes de voz que le dejaba constantemente a su amiga y confidente. No empece el reclamo público, incluido el de familiares de la mujer, el Tribunal Supremo denegó la petición de divulgar los audios, aunque más tarde anoche un tribunal señaló vista para discutirlo, a la luz de nuevos elementos presentados.

“Yo no la conocía a ella (Keishla), pero independientemente es una mujer, yo soy mama, tengo hijos, y necesitaba venir a apoyar”, dijo a NotiCel Ana María Hernández, junto a una carta con un corazón tejido para la familia, y una sombra violeta en los ojos mostrando solidaridad con el movimiento feminista y la exigencia a “ni una más, ni una menos”.

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Esta carta de Ana fue uno de los muchos detalles con los que llegó la gente: arreglos de flores, arreglos de globos con huellas de perritos, y muchos abrazos fuertes, así como para transmitir fortaleza en un momento tan vulnerable.

“El apoyo del pueblo ha sido demasiado excelente, en verdad. Gracias”, expresó el papá de Keishla, José Rodríguez.

Una de las personas presente fue Roberto Pérez Santoni, mejor conocido como Papo Christian, frustrado ante la injusticia.

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“A los religiosos les llamo la atención: si la Virgen María salio preñá fuera del matrimonio, ¿ustedes no se avergüenzan de criticar (a Keishla)?”, exclamó el líder comunitario del residencial Manuel A. Pérez, donde se crió la familia de Keishla.

Por otro lado, Papo Christian hizo hincapié en el hecho de que Keishla se ha convertido un símbolo para los puertorriqueños y puertorriqueñas.

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“La muerte de esta niña es un símbolo de vida, un símbolo de respeto, un símbolo de dignidad, de que a las mujeres y a los hombres hay que respetarlos”, manifestó el líder comunitario. “Esta muerte no puede quedar impune. Nos ha unido como pueblo y nos ha concienciado que los hombres no pueden matar a las mujeres”, sentenció.

Hoy se llevará a cabo el sepelio, en el cual se saldrá directamente de la Funeraria Ehret, luego al residencial donde vivía Keishla hasta culminar en Los Ángeles Memorial.