El superintendente de la Policía de Puerto Rico, Jose Caldero López, celebró el jueves los excelentes resultados de la más reciente campaña educativa ‘No más balas al aire’, mientras que en 2014 se reportaron 221 asesinatos menos que en 2013.

‘Estamos sumamente satisfechos con los resultados de nuestra campaña. La misma no solo demuestra el empeño de nuestra agencia y los compañeros policías, sino además, la solidaridad y valiosa colaboración de la ciudadanía. Ellos son la clave de este importante éxito. Estos resultados nos confirman que los puertorriqueños aman la paz y desean cultivar una cultura de armonía y tranquilidad’, dijo Caldero en un comunicado de prensa.

Caldero López indicó que el esfuerzo, que contó con el apoyo de la iniciativa en redes sociales bajo el ‘hashtag’ #yotiroamoralaire que contribuyó a que, por tercer año consecutivo, no se registraran muertes y heridos por balas perdidas durante la noche de despedida de año, logrando que la tradición navideña no se empañara con incidentes que lamentar.

Sin embargo, en cuanto a la cifra de asesinatos, Caldero López dijo que el 2014 cerró con 681 asesinatos, 221 menos que en el 2013. Para esa misma fecha en el 2012 la cifra ascendía a 1,005 muertes violentas.

El superintendente señaló que la campaña ‘No más balas al aire’ se difundió a través de anuncios en radio, televisión, prensa escrita y redes sociales. El esfuerzo incluyó un ‘jingle’ de 30 segundos bajo el mismo título de la campaña, ‘No más balas al aire’, a cargo del cantante cristiano de música urbana ‘El Bima’. De igual forma, se distribuyó un folleto informativo durante las rondas de patrullaje preventivo, intervenciones y bloqueos que realizaron los miembros de la Uniformada durante la temporada navideña. Además, la Policía aprovechó la campaña para ampliar y reforzar el conocimiento de la ciudadanía sobre las nuevas disposiciones de la Ley de Armas de Puerto Rico.

Por otra parte, la campaña ‘#tiraamoralaire’ que se difundió a través de la red social Twitter, fungió como una invitación a la ciudadanía para que, en lugar de balas y negativismo, compartieran acciones positivas y buenos deseos, para así contribuir a promover una atmósfera de armonía entre los miembros de la comunidad puertorriqueña.