Domingo 27 de mayo de 2012 ? Nace ?El Inmortal Desconocido? Juan F. Acosta de Arce

Un día como hoy, hace 122 años, nació en San Sebastián del Pepino uno de los más grandes maestros de la música nacional puertorriqueña, cuyo legado aún permanece relativamente un secreto bien guardado y conocido por pocos: Juan Francisco de Arce.

Juanito Acosta, como se le conocía popularmente, fue un genio de la música que mostró una gran habilidad desde sus primeros pininos en ‘La Cuna de la Hamaca’, como también se le conoce a San Sebastián del Pepino. Bajo la tutela del maestro Jesús Figueroa Iriarte, Juanito aprendió a tocar el bombardino, el clarinete, siendo el bombardino el instrumento que perfeccionaría con el paso del tiempo. Su habilidad en la ejecución y composición musical hicieron que a los 16 años de edad su maestro lo considerara para formar parte del la Banda Municipal que Figueroa Iriarte había fundado y aún dirigía.

Bajo la tutela de otro maestro, Angel Mislán, con quien Juanito se pulió en la composición y armonía musical, nuestro gran compositor se mudó a Adjuntas, ‘La Ciudad del Gigante Dormido’, puesto que se le había presentado la oportunidad de pertenecer a una orquesta en ese pueblo. Fue allí, en donde Juan Acosta compone una de sus primeras danzas: ‘Las Carmelitas’. El Maestro Acosta se inspiró en dos entrañables amigas de él que dejó en su pueblo natal, ambas llamadas Carmela. De este momento en adelante, su producción musical se caracterizó por lo versátil prolífica, ofrendándonos con un legado de más de 750 danzas, 194 himnos religiosos y otras 94 piezas de diversas índoles. Además, Acosta de Arce habría de entregarse cuerpo, alma y corazón a la labor docente en la música, dedicándose esmeradamente a cientos de estudiantes que formó y educó a lo largo de las décadas.

De acuerdo a la Fundación Nacional para la Cultura Popular, la gesta musical del maetro Juan F. Acosta de Arce, fue mayor que la que produjo su tocayo Juan Morel Campos, cuya vida y obra reseñamos hace unos días atrás. A pesar de la vasta producción artística del compositor Juan Acosta de Arce, la única pieza que ha alcanzado reconocimeinto popular ha sido su danza ‘Bajo la Sombra de un Pino’, la que compuso inspirado por un árbol de pino ubicado en la Plaza de Hatillo, pueblo conocido como ‘La Tierra de Campos Verdes’. Esta pieza cimera ha servido de inspiración para muchos otros músicos borincanos, quienes la han vuelto a grabar en más de un centenar de ocasiones y estilos de interpretación. La letra definitiva que acompaña la misma fue compuesta por José Antonio ‘Pepito’ Martínez Vale, poeta de Lares.

Según una interesante anécdota de nuestra memoria histórica, Miguel López Ortiz vivió en carne propia la siguiente experiencia que narró en una memorable contribución a la Fundación Nacional para la Cultura Popular:

‘Para aquel tiempo, yo ejecutaba la trompeta y el bombardino en la Banda Municipal del Pepino, entonces dirigida por el recordado Antonio ‘Toño’ Vega Hernández. El ya anciano bombardinista y compositor se unió dos o tres veces a la misma para reforzarla en tocatas de retretas. Jamás olvidaré la ocasión en que me incorporó a un ‘vente tú’ para amenizar una actividad del Partido Estadista Republicano en la que sólo teníamos que tocar, una y otra vez, el ‘jingle’ de campaña cuya letra decía: ‘viva usted feliz y seguro con Ferré y el Estado 51’ (el PNP se fundaría más adelante). A la sazón, yo contaba alrededor de 11 o 12 años (él, por lo menos, 75) y, cuando regresé a mi casa, mi papá me echó tremenda descarga porque tal ideología era contraria a la de nuestra familia, defensora de la causa pro independencia y medio pueblo me había visto ‘aliado con el bando enemigo’.’ (Fundación Nacional para la Cultura Popular)

Nuestro gran músico, José Francisco Acosta de Arce, falleció en Mayagüez un 21 de mayo de 1968. Recibió sepultura en Quebradillas ‘Bajo la sombra de un pino’ que sembró la familia Acosta en honor a éste quien fuera uno de los grandes maestros de la Nación Puertorriqueña.

Hoy, en el aniversario 122 del natalicio de Juan F. Acosta de Arce, le rendimos tributo a nuestro gran compositor. Además, reivindicamos su memoria en la esperanza de que éste se le otorgue el mérito merecido, y al igual que se requiere con tantos y tantas otras figuras excelsas de nuestra historia que aún esperan por que su vida y obra se conozca y difunda ampliamente, logremos transmitir este rico legado a nuestras futuras generaciones.

Sigamos el ejemplo que nos legó el Dr. Ricardo Alegría, según él mismo siempre nos pidió: Conozcamos mejor a la Nación Puertorriqueña para amarla más; amemos a nuestra Nación Puertorriqueña para servirla mejor.

Para más información histórica, sigue a Hans Perl Matanzo y a Ana Gabriela González Oliva en Rico Puerto Rico.