Mientras que Irene sigue su rumbo hacia el norte noreste, y fuera del área de Puerto Rico, los puertorriqueños luchan ahora con la tormenta de servicios mediocres que se traduce a que más de 1 millón de personas no tiene energía eléctrica y muchos de ellos no van a recobrarla hasta fines de la semana.

La falta de energía también provoca falta de agua, la que afecta a 104,414 abonados al mediodía del lunes.

‘Aquí todo hay que bombearlo, y todo es energía’, comentó José Ortiz, director ejecutivo de la Autoridad de Acueductos y Alcantarillados (AAA) al confesarle a WKAQ que ni su estación de bombeo de La Plata, ni la de Cupey, tienen planta eléctrica con la que suplir la falta de energía.

Todavía unos 700,000 abonados de la Autoridad de Energía Eléctrica (ARR) están sin el servicio lo que, bajo la fórmula de tres personas por cada cuenta de abonado, lleva a más de 2 millones de personas afectadas.

El director ejecutivo de la AEE, Miguel Cordero, admitió que en áreas rurales el servicio tardará varios días en restablecerse.

Las debilidades del sistema responden a que es un sistema aéreo, en vez de soterrado, pero el sufrimiento de los abonados tiene su matemática detrás.

El presidente de la Unión de Trabajadores de la Industria Eléctrica y Riego (UTIER), Ángel Figueroa Jaramillo, detalló que en los últimos 10 años han ido de tener 1,200 celadores de línea, a sólo unos 600 hoy. Además, que de 500 podadores hace una década, ya van por 277.

‘Esto es las consecuencias de un abandono sistemático durante los pasados 10 años de nuestro sistema elétcrico… y ahora estamos pagando con creces las consecuencias de esas decisiones y políticas’, argumentó.

Postes podridos, desganche de línea, discos de líneas corroídos, y crucetas rotas son algunas de las fallas que se acumular con la falta de mantenimiento y que contribuyen al colapso de los sistemas en eventos atmosféricos como Irene. El líder sindical aseguró que hay regiones, como la de barranquitas, que tiene sólo cuatro podadores de línea para atender igua número de municipios.

‘Es como tú tener un carro y cambiarle el aceite y filtro para que te dure más, eso también pide el sistema eléctrico’, ilustró a la vez que enumeró a Naguabo, Maunabo, Yabucoa, y Utuado como los pueblos en los que habrá sectores sin luz por más de una semana.

Y si usted piensa que esa reducción de personal implica ahorros en los costos finales que aparecen en su factura, no. ‘No hay tal ahorro’, dijo Figueroa al explicar que la baja de mantenimiento implica que durante todo el año hay más pérdida de energía en la transmisión, y esa pérdida, estimada en entre $125 y $175 millones anuales, se pasa al abonado directamente.

‘Hay una economía ara efectos de los libros de la autoridad, pero pare el bolsillo tuyo y mío, no hay economía’, apuntó.

Por otro lado, y según la AAA, sus abonados afectados ubican en:

Cupey y Fairview 13,500 clientes

Guaynabo 2,800 clientes

Bayamón 1,600 clientes

Carolina 2,800 clientes

Hormigueros 50 clientes

Villalba 200 clientes

Río Grande, Luquillo 2,100 clientes

Arecibo 1,000 clientes

Jayuya 150 clientes

Lares 200 clientes

Morovis 900 clientes

Ciales 250 clientes

Vega Baja 100 clientes

Barceloneta 300 clientes

Naranjito 600 clientes

Manatí 400 clientes

Dorado y Vega Alta 1,000 clientes

Moca 1,465 clientes

Bayamón, Toa Alta, Guaynabo, Toa Baja 75,000 clientes

La AAA tiene la disponibilidad de 80 paletas (138 mil botellas de agua) distribuidas de la siguiente forma:

Metro 13 paletas

Ponce 17 paletas

Este 14 paletas

Norte 16 paletas

Oeste 20 paletas

Se enviaron 72 cajas para el refugio de Ponce.