La licenciada Janet Parra Mercado se mueve hacia otro caminos profesionales, no sin antes reiterar las jugadas sucias que asegura vivió, de parte de políticos y de excompañeros suyos del Departamento de Justicia y asegurando que el presidente del Senado, Thomas Rivera Schatz, se alineó con intereses corruptos para no confirmarla.

De haber tenido la oportunidad de explicar al Senado las alegaciones en su contra que le costaron la designación como secretaria de Justicia, la licenciada Janet Parra Mercado hubiera podido comprobar, aseguró, que todo era falso, tergiversado y producto de un juego político sucio que, al que mirado ahora en retrospectiva, se prestaron el presidente del Senado, Thomas Rivera Schatz, el senador Juan Oscar Morales, el fiscal Yamil Juarbe Molina y el juez Martín Ramos Junquera, un exfiscal de la División de Crimen Organizado, entre varios otros.

NotiCel revisó el memorando explicativo que había preparado la exdesignada como secretaria de Justicia, tras la afirmativa de la exfuncionaria para mostrar evidencia a su favor como había reclamado en múltiples entrevistas antes de que la «colgaran», sin votar, en el Senado.

Se trata de un memo de seis páginas, con dos anejos: uno dirigido al jefe de fiscales, José Capó Rivera, y al fiscal de distrito de Bayamón, José Virella, y un documento adicional dirigido al entonces secretario de Justicia, César Miranda. Además, parte de su defensa hubieran sido dos capítulos de un libro publicado en que se señala a Juarbe Molina y Ramos Junquera- activos cabilderos en su contra- como «violadores de la dignidad humana», de la autoría de Alexis Beltrán Contreras, un acusado por violación a la ley de armas y quien aseguró que la persecución de ambos fiscales logró sacarlo de carrera por la alcaldía de Las Piedras.

«Mi reputación se ha puesto en tela de juicio en un juego político donde confié en la buena fe de un presidente del Senado quien supo jugar muy bien su papel haciéndonos creer a todos que no tenía animosidad alguna en mi contra. Hoy vemos que esto era solo una fachada para lograr sacarme de carrera. Mientras a través de sus asesores me hacía un llamado a la prudencia y al respeto al proceso, por otro lado se unía a personajes nefastos y corruptos como David Sierra Garced», dijo Parra.

El caso del audio del supuesto «por debajo de la mesa» terminó con dos asesinados

La controversia sobre Sierra Garcés se remonta al caso Pueblo vs Jesús de la Torre Sosa en que se le imputa, en una grabación hecha pública a principios de mayo, que Parra, como fiscal, sabía jugar «por debajo de la mesa».

«Conocíamos de la existencia de esta grabación desde hace años porque fue utilizada por el señor David Sierra Garced para amenazarme de hacerla pública si no obedecíamos a sus reclamos. En aquel entonces invité al señor Garced a que la hiciera pública advirtiéndole que me defendería en derecho ya que la obtención de la misma era ilegal y que estaba manipulada. El próximo paso de Garced fue que su investigador privado, Héctor Delgado, autor de la grabación, me hizo una queja en el Departamento de Justicia diciendo que yo lo había amenazado», dijo.

La queja nunca se trajo en evidencia.

Según el memo, surge de esa comunicación que en ese momento le indicó al fiscal Capó «que para demostrar la inocencia de su cliente tenían que bregar con las manos limpias y no por debajo de la mesa».

«Lo que nunca se publicó o informó es que esta intervención indebida con testigos y coacusados era un asunto de extrema importancia. Una de las acusaciones contra De la Torre era amenazar a testigo por lo que cualquier intervención indebida debía atajarse de inmediato. El cargo radicado contra De la Torre por amenaza de testigo era por amenazar a la testigo Ivette M. González, viuda del occiso, y consistía en haberle manifestado a la testigo que si testificaba en su contra la mataría. González tuvo que ser reubicada en Estados Unidos para salvaguardar su integridad física. La testigo fue asesinada en los Estados Unidos cuando un individuo tiroteó su casa. Tampoco se publicó ni informó que uno de los acusados, de nombre Frank Adorno, que intervino el investigador Delgado el día del incidente que recoge la grabación, también fue asesinado», expresó.

De la Torre Sosa estaba acusado por asesinato en primer grado, amenaza a testigos y ley de armas. Sierra Garced, quien para ese tiempo era el jefe de De la Torre, se encargó de contratar abogados de defensa para su empleado.

«Hay personas para quien el fin justifica los medios así los fines conlleven to bend the law. Cuando se hacen imputaciones de ética, honestidad y verticalidad el denunciante no puede valerse de acciones ilegales para probar sus denuncias pues cuando así lo hace sus argumentos son huecos, vacíos, politiqueros y tan ilegales como lo que pretende denunciar», lee el documento.

Alegaciones del senador Juan Oscar Morales

Parra dijo respetar el hecho de que el senador del Partido Nuevo Progresista dijera que no contaba con su voto, pero reclamó que se dedicara a manchar su reputación en el programa Primer Round de Magic 97.3fm.

«El senador Morales comenzó su campaña en el programa Primer Round, en la emisora Magic. Allí indicó que esta servidora dijo una cosa en ese programa y después dijo otra en las vistas ante el Senado. De una revisión desapasionada de dicha entrevista podrán constatar que lo dicho por el senador no es correcto. Sin embargo, indicaba el senador que no podía votar a favor de alguien que y cito: “Primero dice una cosa y después dice otra”.

«El senador Morales inició otro media tour de descrédito diciendo que esta servidora había pedido las cámaras del Capitolio para –‘carpetear’ a las personas que estaban compareciendo ante el Senado a dar información en mi contra», expresó.

«Con el beneficio del informe y su irrefutable contenido, el senador Morales no tuvo otra alternativa que aceptar que NUNCA PEDÍ LAS CAMARAS DEL SENADO y que solo se trató de una llamada solicitando información. Aun así, el senador Morales volvió a indicar que no podía confiar en una persona que decía una cosa y después decía otra», agregó.

En el memo, la licenciada aseguró que el senador Morales «es un mentiroso».

El caso de su descalificación y regaño judicial

«Siempre establecí que el juez Martín Ramos Junquera debió inhibirse de mi caso de descalificación pues él fue fiscal de Crimen Organizado mucho más tiempo que yo, vio casos de Crimen Organizado junto al Fiscal Yamil Juarbe en la jurisdicción de Humacao y, a Ramos y Juarbe les une una estrecha amistad que trasciende lo laboral. Le entregué al Presidente del Senado, así como a varios senadores una transcripción de la vista de descalificación donde tuvieron la oportunidad de observar los pormenores de dicha vista y constatar que todos los testigos presentados indicaron que jamás discutieron conmigo o con algún fiscal de Crimen Organizado algún caso de una organización criminal liderada por Tun Tun», lee el escrito.

¿Por qué el Apelativo reiteró la descalificación?

«He mencionado en varias ocasiones que el fiscal Yamil Juarbe y el juez Martín Ramos Junquera actuaron en común acuerdo y que el Ministerio Público le ocultó prueba al Tribunal Apelativo y lo indujo a error. No es la primera vez que este par se unen para fabricarle un caso a alguien y lograr sus objetivos», sostuvo.

Fidelidad al Departamento de Justicia

Parra fue vocal al momento de su renuncia a Justicia, que ella atribuyó a la inacción del entonces secretario Domingo Emanuelli, mientras que en las esferas gubernamentales se adjudicaban sus denuncias a un buche de sangre debido que siendo Fiscal IV, y habiendo una vacante de fiscal de distrito, no se le designó.

«Jamás imaginé que se me atacaría de una forma tan vil ni que se jugaría con la percepción pública para destrozar mi reputación como abogada… Veo personajes como David Sierra Garced, un individuo rodeado de corrupción acostumbrado a dar dinero a políticos para conseguir sus objetivos, donante del presidente del Senado y cómplice de esta patraña. Bien dijo un prócer puertorriqueño, “la política no es sucia hay gente sucia en la política», expresó.