La historia presentaba un futuro dividido entre ricos y pobres, donde un hombre desesperado por conseguir dinero para su hija enferma termina participando en un juego mortal llamado The Running Man.

Las películas de acción siempre han sido de los géneros más populares del cine. Al público le encanta la adrenalina, las explosiones y los personajes que desafían los límites humanos. En 1987, Arnold Schwarzenegger, uno de los íconos del cine de acción junto a Sylvester Stallone, protagonizó The Running Man, una adaptación de una novela escrita por Stephen King bajo el seudónimo Richard Bachman.

La historia presentaba un futuro dividido entre ricos y pobres, donde un hombre desesperado por conseguir dinero para su hija enferma termina participando en un juego mortal llamado The Running Man. El objetivo: sobrevivir 30 días mientras el mundo entero lo caza, a cambio de una fortuna.

Ahora, casi cuatro décadas después, llega su remake dirigido por Edgar Wright (Baby Driver, Last Night in Soho), con Glen Powell (Top Gun: Maverick, Twisters) en el papel principal. Lo acompaña un elenco sólido que incluye a Colman Domingo, Josh Brolin, Emilia Jones, Michael Cera y Jayme Lawson.

Wright eleva la producción con un equilibrio entre efectos prácticos y digitales, logrando un espectáculo visual impresionante. La narrativa combina supervivencia, crítica social y acción constante, con un enfoque en cómo un individuo puede desafiar al sistema. Sin embargo, aunque visualmente es impactante y tiene un ritmo sólido, le falta el impacto emocional necesario para convertirla en una película memorable.

En entrevista con Noticel, Glen Powell, Josh Brolin y Edgar Wright hablaron sobre la intensidad del rodaje, la visión de King y la experiencia de filmar una historia tan exigente física y emocionalmente.

Powell explicó que su personaje, Ben Richards, es un hombre común impulsado por la desesperación de salvar a su hija enferma. Dijo que prepararse físicamente fue un reto: “Sabía que filmar esta película iba a ser guerra. Quería construir un físico que resistiera todo el abuso al que lo iba a someter.”

Sobre la experiencia con Wright, añadió: “Edgar es uno de los directores más dedicados con los que he trabajado. Cada cuadro de la película está diseñado para mantenerte al borde de la acción.”

Por su parte, Brolin describió su personaje, Dan Killian, como el manipulador detrás del juego, un “maestro de marionetas” que busca explotar el sufrimiento humano por rating. Resaltótambién la profesionalidad del elenco: “He tenido la suerte de trabajar con actores sin ego, enfocados en contar una historia emocional, no solo visual.”

Edgar Wright, por otro lado, reveló que su interés por adaptar fielmente la novela viene desde su adolescencia. Señaló que la versión de 1987 era solo una inspiración suelta del texto original y que esta nueva película busca capturar la visión real de King: un hombre común enfrentando circunstancias extraordinarias.

El director resaltó además un detalle curioso: el libro se ambienta en el año 2025, el mismo año en que se estrena esta nueva versión. “Es casi profético”, comentó Wright.

The Running Man versión 2025 es una producción ambiciosa, con más de 170 escenarios construidos y acción filmada mayormente en cámara, lo que le da un realismo tangible. Es un viaje de acción pura, pero con un trasfondo humano: la lucha de un padre por su familia en un mundo que convierte el sufrimiento en entretenimiento.

Una actualización moderna de un clásico que, aunque no revoluciona el género, demuestra que la visión de Stephen King sobre el control mediático y la desigualdad sigue tan vigente como hace casi 40 años.