Durante y tras el paso de María.

Tras evaluar cientos de documentos internos de la Agencia Federal para el Manejo de Emergencias (FEMA, por sus siglas en ingles), se desprende que como se denunció en varias ocasiones en Puerto Rico, los esfuerzos federales por ayudar a los necesitados tras el paso del huracán María, carecieron de organización y en contraste, predominaron las promesas incumplidas.

Según reseña un medio estadounidense, el general del ejercito Jeffrey Buchanan, encargado del proceso de suministros a víctimas, tocó suelo boricua un mes despues del fenómeno con promesas de 500,000 toldos azules para viviendas que perdieron sus techos y 500 generadores electricos en momentos en que toda la Isla permanecía a oscuras y además, sin agua por la falta de energía que permitía la operación de bombas para el flujo del preciado líquido.

En contraste, los documentos consultados revelan que la mayoría de los techos de residencias que colapsaron por el fenómeno de categoría 4, no contaron con los toldos prometidos. Sobre este particular y tras denuncias ciudadanas, la agencia federal anunció en noviembre, dos meses despues del huracán, la cancelación de un contrato de $30 millones otorgado a una empresa en el estado de Florida para suplir toldos para Puerto Rico.

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Los datos consultados establecen que ya ante una nueva temporada de huracanes, el número total de toldos otorgados a familias fue de 125,000 y no de 500,000 como se anticipó.

Del lado de los generadores, pese a que se prometieron 500, que según FEMA se mantenian en la Isla y solo debían ser distribuidos para ser utilizados en los diversos municipios, únicamente habían 25.

Este hallazgo concuerda con la lenta recuperación del sistema electrico en la Isla, en momentos en que todavía se mantienen más de 6 mil abonados de la Autoridad de Energía Electrica (AEE) sin servicio.

Los hallazgos presentados fueron el detonante para que varios legisladores demócratas presentaran una medida que busca crear una comisión independiente para investigar la respuesta federal a Puerto Rico en el evento de emergencia registrado el pasado 20 de septiembre.

Asimismo, la medida busca conocer el número de muertos en la isla mientras el Gobierno de Puerto Rico se mantiene entregando información a medias sobre los decesos durante y tras el evento luego de que una investigación de la Universidad de Hardvard catapultara sobre 4 mil víctimas.

Previo a esta revelación, un estudio de la Universidad de Washington tambien apuntó que la comida distribuida por la agencia federal no cumplía con los requerimientos nutricionales en Estados Unidos. En contraste, los suministros de emergencia que eran enviados a Puerto Rico contenían altos niveles de azúcar y grasas saturadas.

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