Ponce – Luego de 36 años como pilar entre las empresas ponceñas de mayor renombre en el país, la mueblería Economuebles pasará a la historia.

Como confesó su presidente y veterano comerciante, Víctor Guasp Serra, el cierre de la otrora cadena de almacenes y tiendas se concreta luego de años de lucha contra los embates de una economía en decadencia y el remate de múltiples medidas impositivas del Gobierno Municipal y Estatal.

Con el anuncio, Economuebles se convierte en el más reciente ejemplo entre los comercios ponceños que cesan irrevocablemente sus funciones y al que poco tiempo atrás se sumaron nombres como el de la cafetería El Tompy y la panadería La Tahona.

‘En dos semanas debemos estar liquidados. Qué va a pasar de ahí en adelante? No lo sé’, afirmó en sobrio tono quien por más de tres décadas fue considerado uno de los empresarios más exitosos de la ciudad y en 1986 presidió la Asociación de Muebleros de Puerto Rico.

Economuebles tuvo su debut en el año 1978, con la inauguración de la Mueblería Nuestro Hogar en el sector Glenview Gardens de Ponce. Su nombre tenía un carácter literal, ya que el negocio ocupaba parte de su residencia.

Tres años más tarde, en 1981, Guasp Serra relocalizó sus operaciones en la calle Mayor del centro urbano ponceño y en 1983 abrió su almacén actual, ubicado en la PR-123 del sector Morell Campos, bajo el nombre de Economuebles.

En su momento cumbre -el año 2005- la cadena contó con cinco locales comerciales, incluyendo locales en La Rambla, el Ponce By Pass (PR-2) y el municipio de Yauco.

No obstante, la plantilla de empleados -que en aquel momento superaba los 50 trabajadores- hoy apenas llega a seis. ‘Durante los últimos tres años, el funcionamiento de este negocio lo he financiado yo como individuo, no como negocio’, sostuvo. ‘Lo hice con la esperanza de que algo surgiera, pero eso no ha sucedido y el problema es que no veo que vaya a suceder. Ya me comí los activos personales, así que ya no puedo seguir funcionando’.

‘Mientras Puerto Rico esté en la situación que está en este momento, yo no pensaría en meterme en otro negocio. Me duele decirlo, pero tampoco le recomendaría a nadie que lo haga’, añadió. ‘Estoy perdiendo la fe y yo soy un tipo al que se le hace bien difícil perder la fe’.

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