Una mala experiencia personal la llevó al Derecho.

Tras culminar su bachillerato en psicología en la Universidad Internacional de Florida (FIU, por sus siglas en ingles), la baloncelista Michelle González habría tomado un examen contribuyendo a sus planes academicos.

El examen reflejaba que sus profesiones podrían ser abogada y entrenadora de baloncesto. Un tiempo despues, mientras residía en Miami, González sufrió un accidente automovilístico y de la forma que se manejó el suceso no fue del agrado de hoy día una de las 12 Guerreras. Fue esa noche cuando decidió estudiar Derecho.

‘Creo que es una profesión que me abría muchas puertas, te da conocimiento para muchísimas cosas y esa noche decidí que ese era el camino que quería tomar’, dijo la egresada de la Bayamón Military Academy (BMA).

Ese camino llegó a su final el jueves pasado, pues González recibió la noticia de que se convirtió en licenciada tras aprobar el examen de reválida parte de sólo el 32% de aspirantes que la pasó. Pero, en una mirada retrospectiva a lo que fue ese camino, la jugadora estaba decidida a romper barreras y alcanzar lo que, en ocasiones, personas pensaron que no se lograría.

‘Yo creo que lo único que pudiera decir positivo es que me toca romper esquemas y poder demostrar que lo que muchos pensaron y me dijeron que estaba loca porque era hacerlo mientras jugaba baloncesto. Realmente no fue fácil. Me tomó mucho sacrificio y disciplina’, acotó la jugadora antes de detallar la rutina mientras ejercía ambas responsabilidades.

‘La disciplina es principal porque fue la que me llevó a saber lo que era sacrificarme un fin de semana, levantarme temprano, ir a las clases, ir al gimnasio, una práctica, donde mis tres años de universidad, dos de ellos jugue con las Montañeras de Morovis y tenía que ir para allá luego de tomar las clases, leer toda la noche y levantarme a ir a otra clase’, agregó resaltando que posteriormente trabajó en una oficina legal y su agenda se cargó un poco más.

Actualmente, González se mantiene trabajando algunas colaboraciones con compañeros. Una vez surja la oportunidad de juramentar, lo haría para dar paso a sus labores en su nueva profesión.

‘Yo he sido atleta toda la vida. Encajonarnos en cuatro paredes no creo que sería viable para mí. Creo que son de las cosas que me gusta de la carrera en derecho. El abogado trabaja en la calle mucho tambien’, dijo en entrevista telefónica con este medio.

Levantar una oficina legal sería un poco complicado en estos momentos. No obstante, regresaría a lo que le rindió frutos para ejercer labores.

‘Sí tendría mis horas de oficina. Me gusta el área civil, pero quisiera tambien envolverme en lo que son los deportes. De la misma manera en que me pude dividir entre el baloncesto y la universidad, sería más o menos lo que estaría planificando hacer en responsabilidades sociales y de oficina’, subrayó.