El mariscal de campo Tom Brady, estrella de los nuevos campeones del Super Bowl, los Patriots de Nueva Inglaterra, declaró al concluir el ya histórico partido que enfrentar y superar a los Falcons de Atlanta había sido como ir de una pesadilla al mejor sueño más maravilloso que ha tenido.

Brady y los Patriots superaron 34-28 a los Falcons de Atlanta para acreditarse la edición 51 del Super Bowl de la NFL, que se llevó a cabo en el campo ‘NRG’ de la ciudad de Houston, sede por tercera vez en su historia del mayor evento deportivo del año que se disputa en Estados Unidos.

El veterano mariscal de campo de 39 años completó 43 de 62 pases, la mayor cifra de intentos en la historia del Super Bowl, para 466 yardas y dos pases de touchdown.

El mariscal de campo, que con el triunfo se convierte en el único quarterback con cinco anillos de campeón, admitió que la primer tiempo del partido ‘fue una pesadilla’, pero que después al reencontrar la fórmula ganadora se convirtió en el mejor sueño.

Los Patriots perdían 3-21 al concluir el primer tiempo del partido y 3-28 en la recta final del tercer periodo.

Brady reconoció que ‘nunca se sabe cuál va a ser la jugada que te permita ganar un partido, pero nosotros trabajamos muy fuerte para hacernos de una serie de jugadas claves’.

Agregó que ‘en realidad no es un trabajo mío, se trata de una labor de todos mis compañeros’.

El legendario mariscal de campo que ha disputado siete Super Bowl y tiene cuatro premio de Jugador Más Valioso (MVP), dijo sentirse o orgulloso de sus compañeros y de todo el equipo en general, ‘porque sólo cuando se trabaja en conjunto se puede salir ganador del campo’.

Brady indicó que aunque este año ha sido complicado para su familia, sin querer dar detalles, ‘este triunfo cierra un ciclo importante en el año’.

‘El título se lo dedico a mi madre, y creo que esta noche habrá una gran celebración porque estuvimos trabajando todo el año de manera muy fuerte, pero valió la pena porque ahora regresamos con el título a casa’, subrayó Brady, que se perdió los primeros cuatro partidos de la temporada por la suspensión que le impuso el comisionado de la Liga Nacional de Fútbol Americano (NFL), Roger Goodell.