Sevilla – La plantilla del Sevilla FC, equipo que recibió el auspicio de la Compañía de Turismo de Puerto Rico, inició las vacaciones navideñas tras disputar ayer, miercoles, su último partido de 2016. Se va al descanso tras cerrar un gran año y afrontar el 2017 ilusionado en los tres frentes que tiene abiertos, La Liga Santander, la Liga de Campeones y la Copa del Rey.

El conjunto hispalense, después de la goleada (9-1) ante el modesto Formentera, está clasificado para los octavos de final de la Copa, de la que es vigente subcampeón tras perder ante el Barcelona la final disputada el pasado mayo en el Vicente Calderón de Madrid.

En LaLiga es tercer clasificado después de que el sábado lograra un 4-1 en el Sánchez Pizjuán ante el Málaga y suma 33 puntos, uno menos que el segundo, el Barcelona, y cuatro menos que el líder Real Madrid (éste con un partido menos).

Supera en cuatro puntos al cuarto y quinto, el Villarreal y la Real Sociedad, respectivamente; y en cinco al sexto, el Atlético de Madrid.

También anda fuerte en la máxima competición continental, la Liga de Campeones, en la que logró superar la fase de grupos y se emparejó en los octavos de final con el Leicester inglés, vigente campeón de la liga inglesa.

Con todos estos datos deportivos, el propio entrenador del equipo, el argentino Jorge Sampaoli, reconoció tras el partido ante el Formentera que están ‘expectantes’ con el nuevo año y con ganas que el equipo siga su progresión y asimilando los conceptos de juego que trae en esta su campaña del debut en Europa.

En lo social y económico, el club también pasa momentos de bonanza y esta misma semana, en la Junta de Accionistas, se anunció un superávit de cerca de dieciséis millones de euros del pasado ejercicio y un presupuesto cercano a los 130 millones para el presente curso.

En la entrada de 2016, el que a la postre sería el de la despedida de Unai Emery tras una exitosa etapa en la que se proclamó tres veces consecutivas campeón de la Liga Europa, el equipo no andaba tan fuerte en la liga y había quedado eliminado en la fase de grupos de la ‘Champions’.

Pese a ello, salió rebotado como tercero de grupo a su competición favorita, la Liga Europa, y en la Copa del Rey se mantenía sin concesiones.

El torneo copero lo inició en este año con un gran golpe de efecto, al eliminar en los octavos de final de su ‘eterno rival’, el Betis, con un global de la eliminatoria de 6-0 (0-2 y 4-0).

De ahí llegó con solvencia a la final del Calderón, en la que estuvo cerca de dar la sorpresa ante el Barcelona, frente al que finalmente acabó doblegado.

A ese partido llegó el Sevilla ya como campeón del segundo torneo continental, el tercero consecutivo y el quinto en total, con lo que batió todos los récords en la historia de esta competición.

Ese nuevo trofeo lo alzó en la ciudad suiza de Basilea y ante un histórico y laureado rival, el Liverpool inglés, al que superó claramente en una gran segunda mitad.

Estas dos finales taparon el mediocre discurrir por la liga, en la que el equipo de Emery acabó en un discreto séptimo lugar con 52 puntos.

Siguió el año, tras las vacaciones veraniegas, con sobresaltos ante el anuncio de la marcha de Emery al París Saint Germain y la decisión de Ramón Rodríguez ‘Monchi’ dejar el cargo de director deportivo.

El club logró que Monchi reconsiderara su decisión y entonces llegó la figura de Sampaoli, un técnico que generaba dudas por su nula experiencia en Europa aunque con un buen currículum en Chile, sobre todo como seleccionador de ese país.

La idea del fútbol de posesión y ofensivo la ido adaptado a lo que se requiere en Europa y también a las características de los futbolistas que tiene en su plantilla, y ello ha dado buenos resultados hasta el momento.

Ahora, y con la idea de reforzar al equipo en algunos puestos en el mercado invernal que se abre, el Sevilla mira con ganas al nuevo año.