Cuando en una carrera de caballos se cae un jinete o un purasangre, muchos son los corazones que sufren la caída. Demás está decir que son muchos más quienes se unen para multiplicar energías o unirse en oración por la salud de los accidentados.

ddsd

Pero hay caídas y hay caídas. Y, por suerte o bendición, contrario a las carreras de caballos, en la carrera de la vida por más que se repitan los ‘accidentes’ la meta siempre está asegurada.

El viernes, a sus 70 años, le tocó cumplir con esa ley a Tomás Gerardo ‘Tomito’ Muñiz García, figura que, más allá de ser el hijo mayor de la leyenda de la televisión puertorriqueña, Tommy Muñiz, fue un destacado columnista hípico y un ser humano que para muchos representó una escuela.

Para quienes lo conocieron de cerca, en esto del periodismo ‘Tomito’ era un tipo de mucha cultura. Por eso, algunos como Hiram Martínez, vicepresidente de El Mundo (1998), no lo pensaron dos veces a la hora de involucrar al mayor de los hermanos Muñiz en proyectos de periodismo deportivo.

De acuerdo a Martínez, ahora parte de la cadena ESPN, las enseñanzas de ‘Tomito’ trascendieron el periodismo y contribuyeron sobremanera en el desarrollo de una generación de jóvenes periodistas.

‘Sabía de cine, de literatura, de música. Sabía mucho. Uno podía hablar con él de todo, porque era un tipo bien culto. La experiencia mía fue bien tremenda. Yo lo traje a trabajar en lo que era El Mundo y después en El Vocero con un grupito de chamaquitos de 20, 22 años. En aquel momento él debía tener unos 53. Imagínate, con todo el bagaje y la experiencia, hablándole a los jóvenes y ayudándolos a crecer. En ese sentido fue un tipo bien valioso’, dijo Martínez, al tiempo que reconoció la importancia del columnista en su vida.

‘Cuando mucha gente no confiaba en él, le dimos la oportunidad. Y a pesar de que para mí no significó mucho, pará él esa oportunidad tuvo un valor infinito. Siempre nos hablábamos, nos llamábamos y dentro de todo yo siento que perdí a un familiar. ‘Tomito’ era un hombre bien sentimental’, sostuvo.

Uno de esos ‘chamacos’ a los que Martínez hace referencia fue el periodista Hermes Ayala, quien comenzó su carrera periodística trabajando junto a ‘Tomito’ y quien años más tarde tuvo la dicha de reclutar al veterano para que escribiera la sección ‘Los caballos’ durante la génesis de este medio digital.

Ayala expresó que la figura de Muñiz era un raro ejemplo de un intelecto voraz y aprovechó para destacar que, además de chistoso, era un ser que destilaba bondad.Asimismo, reconoció las cualidades periodísticas del hípico de corazón.

‘Tenía una habilidad nata para escribir, un pulido sentido de dirección a la hora de narrar algo. Era una calle bien llevada, una conciencia y una sensibilidad tan robusta como los ejemplares equinos que analizaba para predecir sus orejitas hípicas’, aseguró emocionado.

Del mismo modo, el exeditor deportivo de NotiCel recordó cómo fue que llegó la figura de ‘Tomito’ al primer proyecto periodístico totalmente digital en la isla.

‘En 2010 se construía desde el suelo la sección de deportes de NotiCel, durante la fundación del medio. Fue una faena pesada –toda la fundación del proyecto lo fue– pero debo decir que, al menos en deportes, ya yo entendía la forma de entrarle a un público fiel, que te va a seguir, sí o sí, nada más porque apelas a su gusto apostador. Por eso, necesitaba a alguien que escribiera ‘Los caballos’. Sin pensarlo, lo llamé a él’, añadió.

Curiosamente, en esto del mundo mediático, ‘Tomito’ tomó un camino distinto al de su padre y hermanos. Y su trayectoria rindió frutos.

En 1980 comenzó a abrirse camino en la sección deportiva de El Reportero, junto a los veteranos Avelino Muñoz, Gonzalo Ramírez, Alfredo Berríos y Luis Ragual, hijo. Luego, de 1987 a 1990, ‘Tomito’ pasó a El Mundo, donde comenzó a profundizar la hípica criolla a través de la crónica. Además, durante la década de 1980, el excolumnista deportivo participó como anfitrión del programa de discusión política ‘Buenas Noches’, transmitido por Teleluz, Canal 7, a las 10:30 de la noche.

Pero sin duda, su trabajo más trascendental fue transformar la mirada periodística hacia la hípica criolla. Así lo reconoce su excompañero de labores, Alfredo Berríos, quien desde Bristol comunicó que ‘Tomito’ vistió de gala el hipismo.

‘Llevó la hípica al nivel de crónica, al nivel de análisis. Con sus historias elevó el hipismo al nivel de los demás deportes’, dijo.

Y es que más allá de los cuentos hípicos sobre líos y traqueteos de cuello blanco, existen aires misteriosos que suelen dejar sin aliento a quienes de corazón viven la pasión del deporte de reyes.

Si bien esta industria deportiva atraviesa duros momentos, no es menos cierto que la mirada a la pasión purasangre se ha transformado. Y claro, se debió en gran medida a un jinete, que desde el periodismo supo embridar un equino salvaje y enseñarle el fuete hasta llevarlo a la meta. Hasta luego, ‘Tomito’!