Con el usual bullicio que distingue los recibimientos de nuestros orgullos nacionales en las terminales de llegada del Aeropuerto Luis Muñoz Marín, la Delegación de Puerto Rico arribó la noche del martes al País tras su exitosa participación en los Juegos Mundiales de Olimpiadas Especiales, Los Ángeles 2015.

A pesar de retrasarse el vuelo por dos horas, fieles del deporte, familiares y amigos de los distinguidos atletas esperaron pacientemente frente a la Terminal A del aeropuerto mientras interrumpían el silencio con pleneras y los típicos voceríos de ‘yo soy boricua, pa’ que tu lo sepas’.

Fue a las 11:00 p.m. que finalmente, a bordo del vuelo 803, llegó un botín de 53 medallas ganadas por el equipo compuesto por un total de 54 atletas, 16 entrenadores, 2 delegados y 6 directores, superando todas las expectativas al romper su marca de 44 preseas establecida en los Juegos Mundiales de Atenas 2011.

Y aunque hubo múltiples historias de éxito en casi todos los componentes de la delegación, como el nadador David Torres, quien ganó triple oro en la natación (1 00 metros pecho, 200 metros pecho y 400 metros libre) y la también nadadora yabanderada Cristina de la Vega, quien dominó en los 50 metros libre y cogió bronce en 50 metros mariposa, fue una particular carita feliz la que captó el ojo de NotiCel.

Su nombre es Eneida Torres Gómez, se alzó con dos platas (100 metros espalda y 200 metros libres) y un bronce (100 metros libre) y fue recibida como toda una celebridad por decenas de residentes del residencial Manuel A. Pérez, lugar que la vio nacer y que hoy la convierte en la única participante de la delegación boricua de estos Juegos Mundiales procedente de un proyecto de vivienda pública.

Sus padres Heriberto Torres y Ana Gómez eran los primeros en la fila, bandera en mano, esperando por dar ese abrazo de bienvenida que ambos ya sabían sería acompañado de una que otra lágrima de orgullo y amor.

‘Yo estoy bien orgullosa de ella. Ella trabaja de lunes a sábado. De lunes a jueves coge gimnasio. Después, de ahí nos vamos al natatorio. También coge bomba y plena. Es bien difícil pero vivimos dedicados a ella’, dijo Ana con desafío. Su nena es su vida y un logro para ella es un logro para todo el círculo familiar.

Al segundo, Heriberto contestó ‘hasta el sol de hoy le doy gracias al papa Dios celestial que todas me las está bateando’ mientras intentaba luchar contra el involuntario reflejo de bajar la cabeza, como por fe o humildad. Lo más probable: las dos.

Eneida nació hace 24 años y las primeras palabras del doctor a sus padres al nacer fueron ‘qué tu quieres hacer con ella?’. Con coraje, no lo pensó dos veces y se la llevaron para el residencial donde ambos decidieron dedicarse a la crianza y cuido de su niña.

A solo horas de su nacimiento, ya ambos padres se habían enfrentaron a los prejuicios y el desprecio que, aunque oculto, existe en contra de las personas con Síndrome Down.

No obstante, para ambos papá, cada logro y celebración es prueba de que su hija, y todos a los que ella representó en los Juegos Mundiales, no son menos. Este recibimiento, en todo caso, es hito.

Luego de muchos besos, abrazos, los selfies y una breve conferencia de prensa en la que participó el secretario de Estado, David Bernier, el secretario de Recreación y Deportes, Ramón Orta, además de varios ejecutivos auspiciadores, se montó Eneida en una guagua con podio trasero -de esas utilizadas por los políticos para las caravanas- y partió hacia su casa mientras la seguían más una docena de vehículos tocando bocina.

Según contó Papo Christian, el líder comunitario responsable de organizar la comitiva en conjunto con el Municipio de San Juan, Eneida fue recibida por los residentes de Manuel A. Pérez, donde se le rindió homenaje en una breve actividad protocolar.