Los jugadores y entrenadores de los Broncos de Denver reconocieron durante la última rueda de prensa que ofrecieron previa al gran partido del XLVII Super Bowl que son conscientes del potencial que tienen los Seahawks de Seattle como rivales.

Nadie cuestiona que los Seahawks, campeones de la Conferencia Nacional (NFC), aunque disputarán su segundo Super Bowl por el séptimo que jugaran los Broncos, con dos trofeos Lombardi de campeones en su haber, son el peor equipo que les podía haber tocado por la dificultad que encierra el poder superar su defensa.

En el segundo día de conferencias de prensas, el mariscal de campo estrella del equipo de Denver, Peyton Manning, destacó que será un partido ‘muy complicado, en todos los aspectos’.

‘Debemos reconocer que ellos tienen tres esquineros de cobertura excelentes, que son Byron Maxwell, Richard Sherman y Walter Thurmond’, subrayó Manning. ‘Superar esa muralla no será misión fácil de lograr’.

El equipo consideró que Sherman quizá sea el de más peligro, porque ‘él es el mejor en este deporte,’.

‘Hemos visto vídeos de él, para estudiarlo, y nos damos cuenta de que siempre está en el lugar adecuado, en todo momento, sabe lo que sucede en el campo, conoce la ventaja y todo lo demás, no tiene en realidad un punto débil’.

Los Broncos llegan a la final de la NFL teniendo como su principal figura a Manning, que después de una serie de operaciones en el cuello, y aunque parecía quedaría fuera de acción, regresó y llevó al equipo de Denver hasta el viaje final por el título del Super Bowl.

Por su parte, el entrenador en jefe de los Broncos, John Fox, reconoció que estaban ante un rival que presentaban a un equipo muy completo en todas sus líneas, pero especialmente en la defensiva.

‘Debemos encontrar la manera de romperle su poder defensivo tanto con nuestra ofensiva área como terrestre, pero sobre todo debemos estar convencidos de que podemos hacerlo’, destacó Fox. ‘El equipo tiene una gran motivación y haremos bien todas las cosas que nos falta completar hasta que llegue el partido del domingo’.

Fox reconoció que a partir del tercer día en la ciudad, con los compromisos de la prensa ya cumplidos, llegó la hora que el equipo se centre exclusivamente en el apartado deportivo y mentalizarse que todos van a disputar el partido de sus vidas.

‘Estar en el Super Bowl es lo más grandioso que le puede ocurrir a cualquier profesional y debe aprovechar al máximo la oportunidad de llegar en plenitud de forma y darlo todo en el campo’, valoró Fox, que ya dirigió a los Panthers de Carolina en el partido por el trofeo Lombardi, que perdieron en el 2004 ante los Patriots de Nueva Inglaterra (29-32).

Fox recordó que aunque asimilar la derrota no fue algo fácil para los jugadores y entrenadores, una vez superado el primer momento de la derrota te das cuenta que el hecho de haber llegado a la gran final entre 32 equipos que configuran la competición de la NFL había sido ya todo un triunfo.

‘Ahora llegamos como favoritos y eso no es algo que debe descentrarnos, ni mucho menos tenerlo en cuenta como algo que nos dé ventaja al salir al campo’, argumentó Fox. ‘La única ventaja que debemos tener es que el domingo, cuando ya estemos en el campo, realicemos el mejor partido de la temporada’.

Fox reiteró que el factor frío y nieve no impediría que el equipo rindiese al máximo, porque iban a trabajar muy bien durante los entrenamientos que les faltan y estarán preparados.

‘Nuestro mayor peligro en el campo será la gran defensa que poseen los Seahawks y también su ataque terrestre, con un Marshawn Lynch que si no lo controlamos nos puede hacer mucho daño’, agrego Fox.